Xàtiva conmemora a san Jacinto Castañeda con una eucaristía y procesión hasta su casa natal La festividad litúrgica es el lunes, 7 de noviembre

Xàtiva conmemora a san Jacinto Castañeda con una eucaristía y procesión hasta su casa natal La festividad litúrgica es el lunes, 7 de noviembre

La Colegiata de Santa María de la localidad valenciana de Xàtiva acogerá mañana, domingo, una misa solemne en honor al misionero dominico natural de esta localidad valenciana, san Jacinto Castañeda, que murió decapitado en Vietnam en el siglo XVIII por no renunciar a su fe, y cuya festividad litúrgica tiene lugar el 7 de noviembre.

La misa solemne tendrá lugar mañana a las 10 horas en la Colegiata de Santa María mientras que el triduo se celebrará tanto en la colegiata como en la iglesia de Sant Francesc, ha indicado el abad de la Colegiata, José Canet.

Después de la misa se celebrará la procesión con la imagen del santo hasta su casa natal “portando su reliquia, que es la más grande del mundo y que se conserva desde principios del siglo XX en un relicario en la capilla que la Colegiata tiene dedicada a san Jacinto Castañeda, que fue donada por los dominicos de Santa Sabina de Roma”.

Una vez llegue a su casa natal la reliquia será venerada por lo devotos del santo que asistan y a continuación volverán de nuevo a la Colegiata.

San Jacinto Castañeda

Jacinto Castañeda nació el 13 de enero de 1743 en Xàtiva y fue bautizado en la Colegiata. Tras ingresar en los dominicos y recibir la ordenación sacerdotal, desempeñó su labor pastoral en China, en el territorio que hoy forma parte de Vietnam.

Murió decapitado el 7 de noviembre de 1773 en Tunkin (actual Vietnam), “cuando tenía 30 años y tras haber permanecido encerrado en una jaula durante tres meses”.

Sus restos mortales, que se veneraban en Filipinas, desaparecieron durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, aunque se conservan algunas reliquias suyas extraídas para su beatificación en 1906 por el papa Pío X. En el año 1988 fue canonizado por el papa San Juan Pablo II.

La casa natalicia del mártir setabense fue habilitada como museo, “para dar a conocer su vida por medio de paneles de cerámica, objetos, facsímiles y documentos, entre otros materiales, así como una reproducción de la jaula de bambú donde fue martirizado”. Igualmente, la casa-museo conserva escritos referentes a su beatificación en el año 1988.