La Diócesis de Vitoria inaugura Sendilagun, un servicio de acompañamiento creado bajo la metodología y experiencia del SAMIC de Valencia Jorge García, director del SAMIC, anunció la nueva herramienta de la Mediación Canónica

La Diócesis de Vitoria inaugura Sendilagun, un servicio de acompañamiento creado bajo la metodología y experiencia del SAMIC de Valencia Jorge García, director del SAMIC, anunció la nueva herramienta de la Mediación Canónica

Sendilagun significa amigo de la familia. Un nombre en euskera que destila toda la esencia que desprende el nuevo servicio de acogida, acompañamiento y protección a parejas y a familias en situación de crisis que ha inaugurado la Diócesis de Vitoria. Un proyecto que se ha puesto en marcha con el asesoramiento, la iniciativa y la metodología del SAMIC de la Archidiócesis de Valencia. Más de 200 personas asistieron a una inauguración presidida por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, que estuvo acompañado por Laura García, coordinadora de Sendilagun, y por Jorge García, director del SAMIC valenciano.

Unas 200 personas asistieron a la inauguración de Sendilagun

«Se trata de un servicio integral para apoyar a parejas y familias en sus diferentes necesidades», señaló Laura García. Una prioridad que también destacó Jorge García sobre el SAMIC: «Es un servicio de acompañamiento y mediación a las parejas en momentos de graves crisis para lograr en primer lugar su reconciliación, y si no es posible, el asesoramiento para el establecimiento de un nuevo orden de las relaciones familiares intentando minimizar el conflicto y proteger siempre el bien de los hijos».

En el mismo sentido, monseñor Elizalde recalcó durante la presentación que «el apoyo a la familia no se puede quedar solo en palabras, ha de ser una atención íntegra, que abarque lo máximo posible», ya que «la Iglesia tiene el deber de alimentar la vocación a la familia y facilitar el crecimiento de todos sus miembros».

Laura García comentó que, después de conocerla en profundidad, la propuesta del SAMIC «nos pareció muy interesante porque une lo pastoral con lo jurídico, algo que se necesita en el acompañamiento a las personas y familias que llegan al tribunal a preguntar por la nulidad de su matrimonio». De ahí surgió la idea de formar a diversos profesionales de la diócesis vitoriana, que realizaron el Curso de Experto en Acompañamiento y Mediación.

Los siete años de experiencia que acumula el SAMIC han servido para comprobar «la confianza creciente de las parejas y familias en crisis, por ser un servicio plenamente eclesial que atiende los llamamientos del Papa Francisco para atender con especial dedicación a las familias heridas cuando el conflicto surge o se acrecienta por los procesos judiciales», señala Jorge García. «Los usuarios nos cuentan que han sentido cómo su Iglesia diocesana les escucha, les acompaña e interviene de manera profesional para reestablecer sus relaciones familiares y apaciguar conflictos enraizados», añade. 

Con la reciente inauguración, Sendilagun entra a formar parte de la RED SAMIC que va creciendo en todo el territorio español: una interconexión que permite a los diferentes servicios de acompañamiento y mediación acceder a unas ayudas específicas en cuestiones complejas por parte de los profesionales vinculados al proyecto de otras diócesis.

En este sentido, anunció Jorge García «una gran novedad» que va a aportar el SAMIC al Sendilagun y al resto de integrantes de la RED SAMIC: la nueva herramienta de la Mediación Canónica. Este nuevo instrumento facilita la reconciliación cuando la pareja presenta una grave crisis y, además, consigue «grandes logros» cuando la conyugalidad está rota. «En ese momento los grandes beneficiarios son los hijos que están sufriendo las graves consecuencias de la ruptura de sus padres», destaca el director del SAMIC.

Un proceso individualizado y multidisciplinar

Explicó Laura García cómo se va a actuar desde Sendilagun. La atención a las personas que llegan «pasa primero por un proceso de escucha de su situación y de sus necesidades». Este primer paso supone «una acogida en la que queremos dar el rostro de la Iglesia como una madre que cuida de sus hijos en dificultades».

Más adelante, se realiza una valoración individualizada de cada caso y, si es necesario, se deriva a los distintos profesionales jurídicos, psicológicos y espirituales, porque en Sendilagun «es muy importante la coordinación entre todos para poder ofrecer una atención integral».

Este procedimiento viene avalado por la experiencia acumulada del SAMIC, como recordó Jorge García: «Los trabajos se realizarán siempre de manera multidisciplinar y con la celeridad y rigor en la atención». La ayuda a las familias o a los fieles que tienen dificultades ha de ser «integral y siempre con el objetivo de fortalecer su unión con la Iglesia, sin pretender juzgar la causa de sus dificultades, sino de ayudarles a superar las mismas con compasión, firmeza y solvencia». 

La creación de servicios o centros como el Sendilagun de la diócesis de Vitoria, unidos a los Tribunales Eclesiásticos o coordinándose con los mismos, «pueden atender las realidades de dolor y ruptura donde la mediación familiar canónica y los acompañamientos a nivel jurídico, espiritual y psicológico son herramientas clave», apuntó Jorge García. Y todo el trabajo se hará de forma coordinada y sistematizada «por parte de especialistas en estas materias y matrimonios llamados a acompañar estas realidades sufrientes desde sus inicios».

Quiso destacar finalmente el director del SAMIC el equipo de especialistas que se ha conseguido formar en la diócesis de Vitoria que «para nosotros son referencia y ejemplo».

PUEDES LEER AQUÍ EL DISCURSO COMPLETO QUE OFRECIÓ JORGE GARCÍA EN LA INAUGURACIÓN DE SENDILAGUN-SAMIC
Una presentación multitudinaria

La presentación del Sendilagun – SAMIC de Vitoria reunió a un gran número de autoridades, entre los que estuvieron el subdelegado del Gobierno en Álava, Javier Sáez; el director foral de Servicios Sociales, José Luis Alonso; la presidenta de la Audiencia Provincial de Vitoria-Gasteiz, Mercedes Guerrero; la jueza de menores, Sara Mallen, y miembros del equipo psicosocial del Juzgado de Menores y Familia; el fiscal Manuel Pereira; el rector del Seminario Redemptoris Mater de Vitoria-Gasteiz, José Ramón Altuna; y el rector del Seminario Diocesano de Vitoria-Gasteiz, Unai Ibáñez.

Además, hubo numerosos sacerdotes, así como representantes del Ayuntamiento y de las Juntas Generales de Vitoria-Gasteiz, junto a directores de diferentes asociaciones, colegios y miembros de congregaciones religiosas.