Un sacerdote de Tanzania pide ayuda al Arzobispado para construir un santuario en una isla del Lago Victoria dedicado a los misioneros decapitados en 1895 Enock Rutashubanyuma, que prepara la tesis doctoral en Valencia, regresará en abril a su país natal para poner la primera piedra

Un sacerdote de Tanzania pide ayuda al Arzobispado para construir un santuario en una isla del Lago Victoria dedicado a los misioneros decapitados en 1895 Enock Rutashubanyuma, que prepara la tesis doctoral en Valencia, regresará en abril a su país natal para poner la primera piedra

  • Los sacerdotes católicos -los Padres Blancos- murieron porque el jefe local de la isla pensó que querían dedicarse al negocio de esclavos
  • Las ayudas para este proyecto pueden dirigirse a la Fundación Ad Gentes del Arzobispado

 

El sacerdote Enock Rutashubanyuma, en Valencia (Firma: Víctor Gutiérrez)

El sacerdote Enock Rutashubanyuma Leopold, que se encuentra en Valencia preparando su tesis doctoral, regresará en abril a su país natal, Tanzania, para poner en marcha el proyecto de construcción de un santuario en conmemoración de los misioneros y catecúmenos cristianos que murieron decapitados en 1895 en Mwiboma-Nansio, en la isla de Ukerewe, la mayor del lago Victoria, para lo cual ha solicitado ayuda a la Fundación Ad Gentes del Arzobispado.

Enock Rutashubanyuma, de 37 años, nació en Bukoba (Tanzania), cerca del Lago Victoria, y fue ordenado sacerdote en 2020 en la diócesis tanzana de Bunda tras estudiar Teología en el Seminario Internacional de Bidasoa, en Pamplona. Después realizó un Máster en Teología Bíblica en Navarra, gracias a la Fundación CARF, y ahora prepara su tesis doctoral en Valencia, donde ejerce como capellán en el Hospital Clínico.

En abril regresará a Tanzania para “comenzar mi misión y colocar la primera piedra del santuario dedicado a los sacerdotes de la Sociedad de Misioneros de África, conocidos como los Padres Blancos, y a los catecúmenos decapitados en 1895, que queremos construir en Mwiboma, donde sucedió el ataque”, explica el sacerdote. También quieren ayudar a iniciar el proceso de canonización y que puedan ser declarados mártires.

En el terreno donde está la cruz, en la isla de Ukerewe, hay un lugar de encuentro donde se reúnen para celebrar la misa.

La idea es comenzar con la construcción de una capilla de adoración “ya que el proyecto es complejo e incluye, además, un santuario para más de 400 personas, un centro de formación profesional, una residencia y un museo”, indica.

Las personas particulares y parroquias que quieran colaborar con este proyecto pueden hacerlo a través de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia. El miércoles 21 de febrero se ha organizado una cena benéfica, a las 20:30 horas, en el restaurante Tria de Valencia (Plaza Porta de la Mar, 6). También se puede colaborar con la fila cero realizando donaciones a la Fundación Ad Gentes.

El proyecto del santuario también cuenta con la colaboración de las Capillas de Adoración Perpetua de España “con su oración y aportaciones económicas, a los que estamos muy agradecidos por difundirlo”, subraya.

Lugar de oración y formación cristiana

“Hace tres años, debido a mi vinculación como sacerdote con la diócesis donde se encuentra la zona donde se construirá el santuario, inicié este proyecto, con el visto bueno del Obispo de allí, para recordar que los misioneros Padres Blancos llegaron a esta tierra con la Eucaristía”, destaca.

Además, “queremos que este complejo albergue un centro de formación para los cristianos de esta diócesis porque la población es cristiana por la tradición pero no tienen la formación necesaria. Así, cuando vengan a rezar podrán recibirla para conocer los pilares y raíces fundamentales de nuestra fe y doctrina cristiana”, comenta Enock, que será el responsable del santuario y “junto a otros sacerdotes, atenderemos a los católicos y peregrinos que vengan”.

Igualmente, “tenemos guardados algunos objetos que usaban los Padres Blancos para evangelizar, como libros de liturgia, unas maletas en las que llevaban distintos materiales, ropas y botas. La idea es poder mostrarlos en un pequeño museo junto con documentos que cuentan la historia del lugar”, explica.

Un santuario católico en el Lago Victoria

El distrito de Ukerewe, en Tanzania, lo conforman “26 pequeñas islas y la isla grande, con una población de 500.000 personas, en su mayoría pescadores y agricultores, de los que más de la mitad son católicos, y que cuenta con 16 templos parroquiales y cuatro pequeñas comunidades que aspiran a tener sus propias parroquias”, señala.

El lugar donde se construirá la capilla y el santuario se llama Mwiboma y pertenece a la aldea de Hamuyebe, cerca de la ciudad de Nansio, en el interior de la isla de Ukerewe, dentro del Lago Victoria en Tanzania.

Varios “hechos históricos influyentes” marcaron este lugar porque “Mwiboma se utilizaba como puerto en el camino del comercio de esclavos en tiempos de los árabes, y después fue también un camino para los misioneros de África, los Padres Blancos, en su llegada a la isla de Ukerewe”, precisa.

De 1892 a 1894 fue la base del Comité Antiesclavista Alemán contra la Trata de Esclavos. En julio de 1895, el Padre Brard, misionero de los Padres Blancos, compró a Alemania este lugar para usarlo como centro de formación de los catecúmenos.

“Fueron atacados el 12 de noviembre de 1895 causando la muerte de más de 30 misioneros y catecúmenos locales. El motivo fue que el jefe local de Ukerewe pensó que los Padres Blancos querían seguir con el negocio de esclavos como en épocas anteriores”, comenta.

Tras el ataque “la tierra fue proclamada maldita y quedó abandonada hasta que en 1995, en las celebraciones de los 100 años de cristianismo, fue bendecida y se instaló una cruz. Y así comenzó a ser un lugar de peregrinación donde acuden miles de personas cada año y también es lugar de turismo”, explica.

En el terreno donde está la cruz hay un pequeño lugar de encuentro donde los aldeanos se reúnen los domingos para celebrar la misa, considerado por muchos como “el único lugar de oración y visita espiritual” de esa zona. Ese terreno pertenece a la diócesis católica de Bunda, donde fue ordenado sacerdote Enock Rutashubanyuma. De ahí su vinculación e interés por este proyecto: “Gracias a este santuario y capilla de adoración Jesús vivirá en el lugar donde murieron los Padres Blancos”, concluye.

Para más información se puede acudir a la sede de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado en la calle Avellanas 22 de Valencia, llamar al teléfono 963922412 o enviar un correo electrónico adgentes@fundacionadgentes.org.