03 Jul El órgano de la Iglesia Jesuitas Valencia empieza a reinstalarse después de cinco meses de trabajos de restauración El instrumento, fabricado en 1921 por Pedro Palop, volverá a estar en uso a mediados de otoño
Comienza el montaje del órgano centenario de la Iglesia Jesuitas Valencia, que regresa a su ubicación en el templo tras casi cinco meses desde el inicio de los trabajos de restauración.
El instrumento musical ,fabricado por el maestro organero Pedro Palop en 1921, se desmontó prácticamente en su totalidad el pasado mes de enero. Los diferentes elementos del instrumento se trasladaron hasta la localidad conquense de Landete, donde se encuentra el taller de organería de Frédéric Desmottes.
Es precisamente Olivia, hija del afamado organero, la responsable directa de supervisar las diferentes etapas de recuperación del órgano del templo de los jesuitas en Valencia. Después de un minucioso trabajo en el taller, ha llegado el momento de volver a instalar parte de las piezas recuperadas, en una primera fase de instalación que empezó hace algunas semanas.
Para comprender las diferentes partes del órgano sobre las que se ha trabajado, hay que conocer un poco el funcionamiento del instrumento. El sonido se consigue insuflando aire en los tubos por medio de fuelles. “El órgano es un instrumento de viento en el que se crea el aire a través de un ventilador muy simple”, explica Olivia Desmottes. El aire del fuelle entra en una caja, llamada secreto, que está llena de válvulas y canales, sobre la que se apoyan los tubos. De esta manera, “los secretos són una parte básica puesto que reciben el aire y albergan los tubos”.
Estos secretos mantienen el aire “a una presión controlada constantemente” y en el momento en el que se acciona una tecla “se producen una serie de movimientos mecánicos” que permiten a ese aire pasar a un canal determinado, sobre el que se sitúan los tubos: “Al abrir la válvula correspondiente, el aire que fluye hace sonar el tubo”, comenta Olivia.
Desmontaje de fuelles y cambio de pieles de forma artesanal
La maestra organera nos cuenta que durante los cinco meses de trabajos “se desmontaron todos los fuelles de registros y los secretos neumáticos, para limpiarlos y cambiar las pieles o las membranas”. En el caso de los fuelles, se hace necesario, por un lado, pintarlos debido a su porosidad. Además, es imprescindible sustituir las pieles “puesto que se desgastan bastante por el movimiento”. También “se han preparado nuevas tetinas para los secretos”, unas tetinas que se realizan de forma individualizada y absolutamente artesanal. La sustitución de todas estas partes orgánicas del instrumento supone uno de los procesos más delicados.
Explica Olivia Desmottes que la piel que se utiliza es de cordero “especialmente preparada para organería”, puesto que está tratada sin cromo y sin productos químicos. La idea es que sea una piel “lo más natural posible”, para que cuando se mezcle con diferentes colas no produzca ningún tipo de reacción y dure “el máximo tiempo posible”. Este material de cordero se compra en piezas enteras y se recorta en función de las características del elemento que se va a sustituir. “Hay piezas en las que se necesitan pieles más espesas, a otras le van un tipo de piel con más pelo… Cada pieza que restauras te pide una cosa u otra”, señala Olivia.
En la actual fase de montaje se están volviendo a instalar todas las partes renovadas “y vamos comprobando poco a poco que toda la parte mecánica funciona correctamente”. Se trata de un trabajo minucioso que representa estar atenta al más mínimo detalle.
Otra de las renovaciones importantes se ha realizado en la consola del órgano, nos cuenta la organera. La instalada por el maestro Palop en 1921 es de origen alemán y sobre ella “se han restaurado los dos teclados y se ha vuelto a conectar toda la mecánica”.
Antes de las vacaciones estivales se dejarán preparados los elementos mecánicos del instrumento y se pondrán los tubos de madera más grandes, que han sido restaurados en el taller de organería. También se han recuperado allí los tubos de metal, pero de momento no se han trasladado hasta la Iglesia Jesuitas Valencia: su montaje se acometerá después del verano, durante la segunda fase de los trabajos de montaje. El instrumento tiene un total de 788 tubos de madera, zinc y estaño.
Nos avanza Olivia que en septiembre se hará “la armonización de los tubos de metal” en el mismo taller. Después, se trasladarán estos tubos a la iglesia para instalarlos y comprobar que todo funciona correctamente. La última fase consistirá en “armonizar y afinar el órgano in situ”.
La recuperación del órgano forma parte de la segunda fase del proyecto de restauración integral del templo de los jesuitas en Valencia. En esta misma fase de intervenciones también se está trabajando sobre las vidrieras del conjunto patrimonial. Si desea colaborar económicamente en la restauración, puede hacer su donativo en el siguiente ENLACE