Misa para celebrar la Semana por la Vida, en la Basílica, presidida por el Arzobispo Con bendición de familias y mujeres embarazadas

Misa para celebrar la Semana por la Vida, en la Basílica, presidida por el Arzobispo Con bendición de familias y mujeres embarazadas

FOTOS «M.J. Fernández»

El Arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent, presidió ayer domingo una eucaristía con bendición de familias y mujeres embarazadas, con motivo de la celebración de la Semana por la Vida.

La misa tuvo lugar en la Basílica de la Virgen, organizada en la Archidiócesis por la Plataforma “Valencia, Sí a la Vida” en colaboración con el Secretariado Diocesano para la Defensa de la Vida del Arzobispado.

La Plataforma «Valencia, Sí a la Vida» está integrada por numerosas entidades: Secretariado diocesano para la defensa de la vida, FCAPA, Torrent Sí a la Vida, Provida Valencia, Casa Cuna Santa Isabel, Derecho a vivir, FASTA, AVAFAM, Redmadre, Veladas 25, Asociación Católica de Maestros de Valencia, La Luz de la Vida, Avajures, Spei Mater, y Parroquias por la Vida.

De esta manera, la diócesis se sumó a la Jornada por la Vida que lleva este año ha llevado por lema «La vida, buena noticia» , una jornada que la Iglesia celebra tradicionalmente el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, pero que este año, al coincidir con el lunes Santo, se trasladó al 8 de abril.

Igualmente, el Arzobispo de Valencia dedicó su carta de la semana a la Jornada por la Vida en la que recuerda que la vida de todo ser humano es un don de Dios que debemos acoger con alegría y con gratitud.

La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha sido la encargada de elaborar los materiales para la celebración y difusión de esta celebración en la que los Obispos de esta Subcomisión plantean la vida como una buena noticia siempre. Y así, afirman, “debe ser recibida y valorada y cuidada, desde su concepción hasta su muerte natural”.

La vida no es “un derecho absoluto a la libre disposición del criterio humano”- afirman- sino que es “un don de Dios” y este es el motivo “más profundo” para que sea considerada “una buena noticia”. Los obispos distinguen entre el don que “es algo que acogemos porque se nos entrega” y el derecho que “es algo que nosotros podemos exigir, con sus límites en el caso de la vida”. También señalan la diferencia entre regalo y don. El primero, “es algo que se me da para que disponga de ello como quiera”, mientras que el don “implica una tarea, una responsabilidad”, con unas implicaciones al inicio, en el transcurso y al final de la vida.