Mons. Enrique Benavent: «Mi gratitud a los catequistas que dedican generosamente su tiempo para transmitir la fe» Carta del Arzobispo de Valencia dedicada a la iniciación cristiana

Mons. Enrique Benavent: «Mi gratitud a los catequistas que dedican generosamente su tiempo para transmitir la fe» Carta del Arzobispo de Valencia dedicada a la iniciación cristiana

La Delegación diocesana de Iniciación Cristiana y Catequesis quiere compartir la carta semanal que ha dedicado el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, a todos los padres y catequistas que se preocupan por formar en la fe cristiana a los más pequeños y a los jóvenes. Especialmente, queremos destacar estas palabras de nuestro Arzobispo: «Quiero manifestar mi gratitud a tantas y tantos catequistas que dedican generosamente parte de su tiempo y hacen un gran esfuerzo para transmitir la fe a estos niños y jóvenes». Y nos recuerda que «a pesar de que vuestro trabajo a veces os pueda parecer duro e ingrato, no os desaniméis. Pensad en lo importantes que han sido para nuestra vida cristiana las personas que fueron nuestros catequistas cuando éramos niños». 

Os dejamos completas las versiones en castellano y valenciano de la carta semanal de Mons. Benavent «La iniciación cristiana».

LA INICIACIÓN CRISTIANA

A lo largo de todo el año, pero de una manera especial durante este tiempo de Pascua, muchos niños, niñas y adolescentes de nuestra diócesis reciben los sacramentos de la Iniciación Cristiana: el Bautismo por el que entran a formar parte de la Iglesia; la Confirmación que los hace testigos de la fe en medio del mundo; y la Eucaristía, por la que llegan a ser comensales de la Mesa del Señor. En muchas de las visitas que he realizado a las parroquias desde que soy obispo, he tenido la ocasión de encontrarme con muchos niños y niñas que asisten a la catequesis y comprobar con qué ilusión se están preparando para recibir al Señor el día de su primera comunión. En las celebraciones del sacramento de la Confirmación compruebo siempre la alegría con la que los confirmandos viven este momento. Ellos, junto con los niños que a lo largo de todo el año reciben las aguas bautismales, son una esperanza para la Iglesia.

Desde aquí quiero agradecer a los padres y también a los abuelos, que en muchos casos son decisivos en su educación cristiana, el interés que mostrais en que reciban estos sacramentos que son el fundamento de una vida cristiana edificada sobre la roca que es Cristo. Gracias a vuestra preocupación, vuestros hijos y nietos pueden llegar a conocer mejor al Señor y crecer en el deseo de vivir en amistad con Él. Acompañadles en el camino de la fe y de la vida cristiana. En estos momentos el testimonio de una fe vivida en el seno de la familia es decisivo, porque ni la cultura ni la sociedad que nos rodea valora positivamente la fe cristiana. Os pido que valoréis la fe en la que ellos están creciendo cuando asisten a la catequesis parroquial.

Quiero manifestar mi gratitud a tantas y tantos catequistas que dedican generosamente parte de su tiempo y hacen un gran esfuerzo para transmitir la fe a estos niños y jóvenes. Para vosotros el día de su Primera Comunión o de su Confirmación es también un momento de alegría. Veis que vuestro trabajo produce fruto: un niño o una niña que recibe al Señor en la Eucaristía, y los jóvenes que reciben el don del Espíritu Santo en la Confirmación están acogiendo una gracia que, sin duda alguna, producirá frutos en su vida. No sabemos cómo ni cuando, pero tenemos la seguridad de que Dios no les abandonará. A pesar de que vuestro trabajo a veces os pueda parecer duro e ingrato, no os desaniméis. Pensad en lo importantes que han sido para nuestra vida cristiana las personas que fueron nuestros catequistas cuando éramos niños. Dios hace fructificar las semillas que se han sembrado en el corazón de los niños y jóvenes.

A los sacerdotes de la diócesis os quiero exhortar a que acojáis con amor a las familias de estos niños y jóvenes y a que preparéis con ilusión las celebraciones de los sacramentos de la Iniciación Cristiana. Si ven que para vosotros este momento de su fe es importante, también ellos llegarán a valorarlo y a darle importancia. No olvidéis que si, por gracia de Dios, alguno de estos niños y jóvenes se siente llamado a la santidad y a la amistad con Cristo, ha valido la pena entregar toda nuestra vida al Señor.

Felicidades a todos. Recibid mi bendición.

+ Enrique Benavent Vidal, arzobispo de Valencia

 

LA INICIACIÓ CRISTIANA

Al llarg de tot l’any, però d’una manera especial durant este temps de Pasqua, molts xiquets, xiquetes i adolescents de la nostra diòcesi reben els sagraments de la Iniciació Cristiana: el Baptisme pel qual entren a formar part de l’Església; la Confirmació que els fa testimonis de la fe enmig del món; i l’Eucaristia, per la qual arriben a ser comensals de la Mesa del Senyor. En moltes de les visites que he realitzat a les parròquies des que soc bisbe, he tingut l’ocasió de trobar-me amb molts xiquets i xiquetes que assistixen a la catequesi i comprovar amb quina il·lusió s’estan preparant per a rebre al Senyor el dia de la seua primera comunió. En les celebracions del sagrament de la Confirmació comprove sempre l’alegria amb la qual els confirmands viuen este moment. Ells, juntament amb els xiquets que al llarg de tot l’any reben les aigües baptismals, són una esperança per a l’Església.

Des d’ací vull agrair als pares i també als iaios, que en molts casos són decisius en la seua educació cristiana, l’interés que mostreu en què reben estos sagraments que són el fonament d’una vida cristiana edificada sobre la roca que és Crist. Gràcies a la vostra preocupació, els vostres fills i nets poden arribar a conéixer millor al Senyor i créixer en el desig de viure en amistat amb Ell. Acompanyeu-los en el camí de la fe i de la vida cristiana. En estos moments el testimoniatge d’una fe viscuda en el si de la família és decisiu, perquè ni la cultura ni la societat que ens envolta valora positivament la fe cristiana. Vos demane que valoreu la fe en la qual ells estan creixent quan assistixen a la catequesi parroquial.

Vull manifestar la meua gratitud a tantes i tants catequistes que dediquen generosament part del seu temps i fan un gran esforç per a transmetre la fe a estos xiquets i joves. Per a vosaltres el dia de la seua Primera Comunió o de la seua Confirmació és també un moment d’alegria. Veieu que el vostre treball produïx fruit: un xiquet o una xiqueta que rep al Senyor en l’Eucaristia, i els joves que reben el do de l’Esperit Sant en la Confirmació estan acollint una gràcia que, sens dubte, produirà fruits en la seua vida. No sabem com ni quan, però tenim la seguretat que Déu no els abandonarà. A pesar que el vostre treball a vegades vos puga semblar dur i ingrat, no vos desanimeu. Penseu en lo importants que han sigut per a la nostra vida cristiana les persones que van ser els nostres catequistes quan érem xiquets. Déu fa fructificar les llavors que s’han sembrat en el cor dels xiquets i joves.

Als sacerdots de la diòcesi vos vull demanar que acolliu amb amor a les famílies d’estos xiquets i joves i que prepareu amb il·lusió les celebracions dels sagraments de la Iniciació Cristiana. Si veuen que per a vosaltres este moment de la seua fe és important, també ells arribaran a valorar-lo i a donar-li importància. No oblideu que si, per gràcia de Déu, algun d’estos xiquets i joves se sent cridat a la santedat i a l’amistat amb Crist, ha valgut la pena entregar tota la nostra vida al Senyor.

Felicitats a tots. Rebeu la meua benedicció.

+ Enrique Benavent Vidal, arquebisbe de València