Manos Unidas Valencia impulsa en Chad un proyecto educativo para sacar a los jóvenes de la pobreza En Sarh, en el sur del país africano

Manos Unidas Valencia impulsa en Chad un proyecto educativo para sacar a los jóvenes de la pobreza En Sarh, en el sur del país africano

Manos Unidas Valencia impulsa un proyecto de educación Secundaria que tiene como finalidad sacar a los jóvenes de la pobreza en Sarh, la tercera ciudad de la República de Chad, en África Central, que tiene una población de 250.000 habitantes de los que cerca de la mitad son menores de 18 años.

La DIDEC (Dirección Diocesana de Enseñanza Católica) de Sarh solicitó la colaboración de Manos Unidas para llevar a cabo el colegio Inmaculada Concepción en dos fases, han indicado desde Manos Unidas Valencia.

Para empezar, “la primera fase consistía en un edificio de dos plantas con seis aulas, bloque administrativo y sanitarios. El terreno, en el centro de la ciudad, ha sido cedido por el Obispo. Como el solar no es muy grande, se han proyectado edificios de dos plantas”, señalan.

El primero de los edificios, operativo desde 2020, imparte clase a 200 alumnos, la mitad chicas, que están cursando los dos primeros niveles de la enseñanza media, han añadido desde Manos Unidas.

En la segunda fase, incluida en el actual proyecto, “se solicitó a Manos Unidas la construcción de un edificio igual al anterior, con seis nuevas aulas, de manera que habrá un total de 12 clases, ocho de ellas para la enseñanza media, con dos aulas por curso; las otras cuatro serán para el Liceo. Se prevé también la construcción de un segundo bloque de aseos”.

Los beneficiarios directos del proyecto son los 622 alumnos que estudiarán Secundaria en el nuevo colegio, así como los profesores. Además, los padres y el conjunto de la población son los beneficiarios indirectos, unas 3.000 personas.

Este centro “contribuirá a mejorar la educación de la juventud del Chad y a quebrar el círculo vicioso de la pobreza, falta de formación, falta de oportunidades”. Por una parte, “contribuirá a garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa; por extensión, facilitará su integración en el mundo laboral y en la sociedad, disminuyendo la pobreza”. Además, la escuela “favorece la educación de las niñas para conseguir para ellas un futuro con igualdad de oportunidades”.

Uno de los países más pobres del mundo

La economía de esta zona se basa en la agricultura, comercio y pesca, también hay funcionarios y un pequeño tejido de industrias. El Chad “es uno de los países más pobres del mundo, con un IDH (Índice de Desarrollo Humano) de 0,398; el 61,09 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza”.

La educación “es de baja calidad y la tasa de alfabetización es del 22,31 por ciento entre los mayores de 15 años, mientras que el abandono de la enseñanza Primaria es del 76,7 por ciento. Faltan profesores, y los que hay suelen tener baja preparación; faltan, además, infraestructuras y material escolar. No hay seguimiento pedagógico de las inspecciones estatales, e incluso hay absentismo de profesores”.

Por otra parte, “la diócesis cuenta con escuelas primarias parroquiales con un nivel educativo alto, donde la disciplina de alumnos y maestros es buena”. Sarh tiene cuatro liceos públicos y tres privados, uno de ellos pertenece a una congregación católica y es un referente en el país.

Como hay un gran problema de falta de plazas en la enseñanza media y secundaria, los padres de familia han acudido al obispo, Monseñor Sebastián, con el que Manos Unidas ha trabajado en su anterior diócesis, para solicitar la construcción de un colegio diocesano donde sus hijos puedan completar los estudios.