Jornada de Infancia Misionera: llevar educación y salud a niños que viven en la selva, en países en guerra y en barrios marginales es posible La diócesis de Valencia se suma a esta Obra Pontificia que promueve más de 2.500 proyectos infantiles

Jornada de Infancia Misionera: llevar educación y salud a niños que viven en la selva, en países en guerra y en barrios marginales es posible La diócesis de Valencia se suma a esta Obra Pontificia que promueve más de 2.500 proyectos infantiles

Llevar educación y salud en medio de la selva, una escuela maternal en un barrio marginal albanés, ayudar a los niños de Alepo o a los de las islas de Cabo Verde. Son algunos ejemplos de los proyectos que se desarrollan gracias a las aportaciones recogidas en la Jornada de la Infancia Misionera, a la que la Archidiócesis de Valencia se sumará este próximo domingo, 15 de enero.

Con el lema “Uno para todos, y todos para Él”, la Jornada de Infancia Misionera, organizada por Obras Misionales Pontificias (OMP), tiene como finalidad despertar la vocación misionera de los niños y ayudar a sostener proyectos evangelizadores y asistenciales a favor de la infancia sin recursos en los territorios de misión.

Con esta Jornada, “la Iglesia pide a los niños, y a los adultos, que recen por otros niños para que puedan conocer a Jesús y ser cristianos, que realicen buenas obras por ellos y ayuden con donativos”, recuerda el delegado de Misiones del Arzobispado de Valencia, Arturo Javier García.

Ayuda a más de 4 millones de niños en 120 países

Y es que con las aportaciones recibidas en esta Jornada se sostiene el trabajo que se realiza con los niños en los 1.118 territorios de misión que tiene la Iglesia. Concretamente, se apoyan más de 2.500 proyectos de educación, salud, protección de la vida y evangelización, y se ayuda a más de 4 millones de niños en 120 países.

La Iglesia mantiene en los países del Tercer Mundo más de 15.000 escuelas maternales y otras 38.000 primarias, 2.800 orfanatos, más de 2.000 hospitales y cerca de 7.000 dispensarios, según los datos aportados por Obras Misionales Pontificias.

El año pasado, la diócesis de Valencia recogió un total de 152.024 euros. El dinero recaudado en todo el mundo pasa a formar parte de un Fondo Universal de Solidaridad desde el que se distribuye para proyectos de las diócesis en territorios de misión.

Algunos proyectos que se están desarrollando en diferentes países -y a los que irán destinados los fondos que se recojan este año- pueden consultarse en la página web de OMP y también en la propia web de la Jornada de Infancia Misionera.

Este portal ofrece, además, contenidos y materiales para ayudar a los más pequeños a vivir con espíritu misionero esta Jornada de Infancia Misionera. Del mismo modo, la delegación diocesana de Misiones del Arzobispado ha remitido a las parroquias, colegios y comunidades religiosas los materiales de la campaña, que incluyen carteles, folletos, actividades para niños y jóvenes y revistas.

Igualmente, a través de esta página web, los niños que quieran pueden participar, hasta este lunes 16 de enero, en el Concurso de Dibujo, que se inspira en el lema de esta campaña “Uno para todos y todos para Él”. La web incluye también información de la “Hucha del Compartir”, una actividad manual que cada niño monta, pega y colorea, y que muestra los valores de Infancia Misionera.

Proyectos en la selva amazónica peruana, Siria y Albania

En la presentación nacional de la campaña de este año, José María Calderón, director nacional de OMP, destacó que Infancia Misionera enseña a los niños de todo el mundo que “la Iglesia no es solo su barrio o su parroquia”, sino que es el mundo entero, y que esta Jornada se basa en “cristianos que se ayudan entre sí”. Además de promover la ayuda recíproca entre niños, se hace un llamamiento a los adultos para colaborar.

En la misma presentación, Jaime Palacios, misionero en Yurimaguas (Perú) durante 12 años con su mujer y sus cinco hijos, explicó cómo esta iniciativa de la Iglesia ayuda a los niños de este vicariato apostólico en la selva amazónica peruana. Gracias a las aportaciones recibidas, los niños han recibido educación y atención sanitaria y pastoral.

Es un ejemplo de lo que se realiza gracias a esta Obra Pontificia en los 1.118 territorios de misión. Pero no es el único: en la web oficial se pueden consultar otros proyectos que ayudan a niños de Tailandia, Papúa Nueva Guinea o Kenia, entre otros.

Uno de ellos es la escuela maternal ‘Madre Elisa Andreoli’ situada en un barrio marginal de la ciudad de Vlorë, en Albania, sin agua ni electricidad, un centro infantil regido por las Siervas de María Reparadora. Infancia Misionera les ayudó con 7.000 dólares para atender las necesidades de alimentación, cuidado y enseñanza de los niños.

También Infancia Misionera permitió financiar, con cerca de 35.000 euros, 11 proyectos de ayuda a niños en Alepo (Siria), principales víctimas de la guerra. Son iniciativas coordinadas por la Iglesia católica armenia, entre ellas, dos escuelas, con 135 y 213 alumnos, cuyas familias viven situaciones económicas precarias.También se ayuda al programa nutricional de la Iglesia en Alepo, en escuelas y centros de la diócesis.

Infancia Misionera: 180 años en marcha

En 1843 el obispo francés Carlos Augusto Forbin-Janson (1785-1844) fundó la Obra de la Infancia Misionera, “impresionado por las cartas y noticias de misioneros que le escribían, sobre todo desde China, contándole la difícil situación de los niños, y especialmente de las niñas, de ese país”.

Tras un encuentro con Paulina Jaricot (1799-1862), fundadora de la Obra de Propagación de la Fe para apoyar a los misioneros, el prelado puso en marcha esta iniciativa, que el papa Pío XI asumió como Obra Pontificia en 1922.