Finalizan los encuentros celebrados con el lema común “Catequistas: artesanos de esperanza” Organizados por la delegación diocesana de Iniciación Cristiana y Catequesis, el tercero ha sido en el Seminario Mayor de Moncada

Finalizan los encuentros celebrados con el lema común “Catequistas: artesanos de esperanza” Organizados por la delegación diocesana de Iniciación Cristiana y Catequesis, el tercero ha sido en el Seminario Mayor de Moncada

Los organizadores del encuentro celebrado en el Seminario de Moncada.

El testimonio de los catequistas es una de las claves fundamentales para evangelizar y para la catequesis. Ése es uno de los mensajes compartidos con los que participaron, este pasado sábado, en el encuentro, dirigido a los de las Vicarías I, II, III, IV y V, organizado por la delegación diocesana de Iniciación Cristiana y Catequesis del Arzobispado.

La jornada de este sábado tuvo lugar en el Seminario Mayor “La Inmaculada” de Moncada y ha sido el tercer y último encuentro convocado por la delegación diocesana, tras los dos primeros en el Colegio Claret de Xàtiva, dirigido a la Vicaría VI, y en el Colegio María Ángeles Suárez de Calderón, en Gandia, para las Vicarías VII y VIII.

Los tres encuentros, organizados por Vicarías territoriales, han compartido el lema común, “Catequistas: artesanos de esperanza” y su finalidad ha sido compartir con todos los participantes una mañana de oración y formación en torno a su misión.

«La catequesis es la base de la Diócesis»

Uno de los objetivos era “descubrir que la catequesis es la base de la Diócesis y está en la base de lo que un cristiano tiene que llegar a ser: encuentro con Jesucristo y formar parte de la comunidad cristiana. Ahí el papel de los catequistas es fundamental”, destaca el delegado episcopal Germán Mora.

Los catequistas “son realmente los artífices de la catequesis, no hay catequesis sin ellos. Y uniendo estos encuentros con el Jubileo de 2025, queremos trasladar el mensaje de que son artesanos de esperanza porque son los que enseñan, transmiten y testimonian su fe a los niños y niñas de la Diócesis”, añade Mora.

En estas jornadas «nos hemos apoyado los unos a los otros. Ha sido como una ‘lectio’ en la que hemos descubierto que el catequista es un testigo de la fe: no solo comparte la doctrina sino que también transmite su experiencia y su vivencia, cómo se ha encontrado con Dios, cómo vive la fe en Jesucristo. Es muy importante que den testimonio de lo que han vivido, muchas veces con situaciones difíciles, y cómo Dios ha estado presente”, destaca.

“No hay catequesis sin catequistas y por eso acompañarlos es fundamental para que realicen su misión como testigos de la fe. Hoy es necesario suscitar esta fe y no darla por supuesto en aquellos que participan en los distintos grupos y formas de catequesis que se dan en las parroquias y comunidades”, destacan desde la delegación diocesana.