El Museo Mariano (MUMA) incorpora en su visita el acceso a la pasarela que une la Basílica y la Catedral Supone un atractivo más para el museo en el Año del Centenario

El Museo Mariano (MUMA) incorpora en su visita el acceso a la pasarela que une la Basílica y la Catedral Supone un atractivo más para el museo en el Año del Centenario

La parte interior de la pasarela; al fondo, la terraza de la Catedral (Firma fotografías: Alberto Sáiz)

El Museo Mariano (MUMA) ofrece a sus visitantes, dentro de su recorrido, el acceso a la pasarela que une la Basílica con la Catedral, llamada el ‘Arco Novo’, construida en 1667 dentro del conjunto arquitectónico de la Basílica, que ahora supone un nuevo atractivo del museo en el Año Jubilar del Centenario de la Coronación.

El puente “se hizo con la finalidad de que los sacerdotes de la Catedral -canónigos- pudieran acceder a la Basílica de forma directa, mostrando así la relación íntima entre ambos templos. En realidad no se llegó a usar -su acceso desde la Seo no es cómodo- y es un elemento simbólico que ahora se convierte en pieza de museo”, ha explicado Jaime Sancho, rector de la Basílica.

Este año, antes del verano, se realizó “una intervención sencilla con limpieza, saneamiento de las vigas de madera, pintura de las paredes y protección y limpieza de las vidrieras”.

Ahora, los visitantes del MUMA “pueden acceder al puente, que proporciona una vista muy bonita de la Almoina y de la Plaza de la Virgen, lo que supone un atractivo importante para el museo”. Sin embargo, “no está permitido atravesar la puerta que hay en la pasarela por la que se accede a la terraza de la Catedral denominada Logia de los Canónigos”.

Precisamente “cuando se lleve a cabo la intervención en esa terraza será restaurada, también, la parte exterior del puente”. Además, el puente cuenta con iluminación nocturna que ahora se apaga para cumplir la normativa.

La pasarela fue un proyecto de Diego Martínez Ponce de Urrana. Posteriormente fue reformada por Vicente Gascó con motivo del primer centenario de la construcción de la Basílica, en 1767. El pasillo interior mide 1,20 metros de ancho y 7,20 metros de largo. Fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981 como parte del conjunto arquitectónico de la Basílica.

Jaime Sancho, con la nueva imagen (Alberto Sáiz)

Imagen de la Virgen en resina, réplica exacta de la “peregrina”

La Basílica tiene ya disponible en su tienda la nueva imagen de la Patrona que es una réplica exacta de la “peregrina». Hay pocas unidades y se debe pedir por encargo debido al trabajo que conlleva su elaboración.

Esta iniciativa “no se realiza por interés económico sino para difundir la devoción por la Mare de Déu por todos los rincones del mundo. Por ello el precio, que asciende a 1.000 euros, es un poco más de lo que cuesta su elaboración”, según Sancho. Es una pieza pensada, sobre todo, para parroquias, «aunque puede encargarla todo aquel que quiera”.

Esta imagen “está hecha en resina líquida y sus elementos se han escaneado con tecnología 3D pieza a pieza. Al acercarnos, vemos que las caras de la Virgen y del Niño son exactamente iguales a las de la peregrina”, ha señalado.

El tamaño es de 50 cm. “pero se pueden hacer más grandes, de 1,5 metros ó 1,2 metros, siempre por encargo”. Se puede adquirir sin manto o con manto y vestido del Niño.

Sancho e Ibáñez, en la presentación realizada en el MUMA

El artista restaurador Adolfo Ibáñez ha sido el responsable de la digitalización, impresión y pintado de esta primera serie de imágenes. “Es la primera vez que se hace una copia de la peregrina con una precisión absoluta”, ha destacado.

Para realizar el primer prototipo, el artista invirtió un mes de tiempo y ahora el proceso de ejecución se realiza en unos quince días, y otros 5 días en hacer un manto.