El colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal, distinguido en los “I Premios de Bienestar Emocional” del Ministerio de Educación Impulsa un modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos

El colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal, distinguido en los “I Premios de Bienestar Emocional” del Ministerio de Educación Impulsa un modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos

El colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal, que acoge a estudiantes de familias sin recursos, en un 89 % de etnia gitana, ha recibido una mención especial en los “I Premios de Bienestar Emocional”, organizados por el Ministerio de Educación, por el trabajo realizado en relación a la convivencia.

Este centro escolar, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, del Cabanyal, con cerca de 200 alumnos de Infantil, Primaria, primer ciclo de Secundaria y Formación Profesional Básica, se ha presentado junto a “una gran cantidad de candidaturas a nivel estatal y estamos entre los 15 centros de toda España que han sido elegidos”, afirma su director, Jordi Bosch. El lunes por la mañana recogerán este reconocimiento en Madrid.

Los centros premiados han desarrollado proyectos para la promoción y cuidado del bienestar emocional, y los premios pretenden reconocer el esfuerzo realizado por estos centros educativos y su contribución a la mejora de la calidad de la educación.

El colegio Santiago Apóstol impulsa, desde el curso 2013-2014, un modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos como herramienta de mejora de la convivencia escolar, actuación educativa de éxito enmarcada en la investigación “INCLUD-ED”.

“Nuestro centro se ubica en Cabanyal-Malvarrosa, zona de Valencia con altos niveles de conflictividad, que se refleja en las formas de comunicación y convivencia entre los miembros de la comunidad educativa”, afirma.

Para dar respuesta a esta situación, en el año 2010 el centro inició su proceso de transformación en Comunidad de Aprendizaje, integrando de forma activa a la familia y alumnado desde la fase de diseño del proyecto. El objetivo “es mejorar la convivencia en el centro, reducir el número de conflictos, fomentar la participación de las familias en el centro, mejorar el rendimiento escolar y reducir el absentismo a través de este modelo dialógico: comisiones mixtas de convivencia, creación de un plan de convivencia participativo, asambleas, entre otras actuaciones”.

La formación periódica para la gestión de conflictos es otro pilar de la iniciativa y se fomenta la participación de las familias a otras actividades de formación como la alfabetización o la formación en hábitos saludables, entre otros.

El alumnado participa en todos los mecanismos creados para la toma de decisiones: la asamblea general, la comisión de convivencia, las asambleas de delegados, las tertulias dialógicas, la organización de los juegos de patio y en cualquier espacio que pueda afectar a la comunidad, explica.