La educación en valores continúa en los campamentos de verano de Juniors M.D. Alrededor de 10.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de un centenar de Centros participan este 2022 en esta actividad

La educación en valores continúa en los campamentos de verano de Juniors M.D. Alrededor de 10.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de un centenar de Centros participan este 2022 en esta actividad

Tras dos años de paréntesis por la pandemia, los campamentos de verano reabren sus puertas. Alrededor de un centenar de Centros Juniors han vuelto a poner en marcha toda la maquinaria necesaria para celebrar estas actividades en las que niños, niñas, adolescentes y jóvenes continúan aprendiendo siguiendo el estilo de vida de Jesucristo, pero en este caso fuera de sus respectivos locales parroquiales.

Este 2022 participan en estos campamentos alrededor de 10.000 personas, 9.000 niños, niñas y adolescentes y 900 Educadores y Educadoras. Se trata de cifras similares a las de 2019, según datos de la Oficina Diocesana. Por lo que respecta a sus destinos, las comunidades autónomas más visitadas estas semanas por la asociación son la Valenciana (60%) y Castilla La Mancha, situándose a mayor distancia Aragón y Castilla y León.

“Aunque Juniors M.D. está todo el año en funcionamiento, es verdad que es en los campamentos donde se generan las experiencias más intensas, porque son muchas horas y en un entorno muy especial como es la naturaleza, un lugar muy propicio para el aprendizaje, las relaciones sociales y las vivencias de fe”, destaca el Presidente de Juniors M.D., Luis Albors.

Pero, como comenta el Vicepresidente de Acción Social, Jaume Gascó, el camino hasta llegar al campamento no es sencillo. Son numerosos los trámites que deben realizarse para poder ofrecer y llevar a cabo este tipo de iniciativas. “Estas actividades requieren mucho trabajo, porque no solo se deben planificar y programar las dinámicas y oraciones, sino toda la logística de desplazamientos, permisos legales, cuestiones relacionadas con la cocina… Y todo a cargo de jóvenes voluntarios que se dejan la piel desinteresadamente”, recuerda.

“Es vital poner en valor su labor. Son los y las que hacen posible que Juniors M.D. sea lo que es. Se ocupan de todo, con la colaboración de las familias y de sus respectivos Consiliarios. Realizan los trámites administrativos, preparan actividades que van en consonancia con nuestro Proyecto Educativo y se las ingenian para encontrar solución a todos los imprevistos que van apareciendo”, añade la Vicepresidenta de Territorial, Marta Solsona.

En esas programaciones, los Educadores y las Educadoras dan rienda suelta a su creatividad e imaginación, aunque siempre basándose en el Proyecto Educativo Juniors, que marca los contenidos generales para cada una de las etapas. “Como decimos siempre, en el Movimiento se juega, porque utilizamos una metodología que parte de la experiencia, pero en el fondo se está educando. No jugamos por jugar, sino como medio para hacer posible un aprendizaje activo en el que son las personas destinatarias las que analizan su entorno y llegan a conclusiones”, precisa el Vicepresidente de Formación, Pau Albors.

El máximo responsable de la asociación, Luis Albors, recalca también que “desde el Movimiento se insiste mucho en que estén en regla todas las autorizaciones, permisos, certificados y títulos y en que se actúe con diligencia, para lo que se realizan jornadas formativas y se presta asesoramiento durante todo el año desde la Oficina Diocesana”.

La espiritualidad, fundamental

Como ocurre durante el resto del curso, en los campamentos se reserva tiempo para parar, reflexionar y ponerse en manos del Señor. Las oraciones y eucaristías sirven de acción de gracias por lo aprendido y para crecer en la fe. El Consiliario Diocesano, Domingo Pacheco, destaca el papel que juegan este tipo de celebraciones en la maduración cristiana de los y las participantes, especialmente en los campamentos. “Al final lo que se hace en Juniors M.D. es conocer e interiorizar el mensaje de Jesús para que los y las jóvenes sean capaces de hacer suyos los valores del Evangelio y eso es algo que en los campamentos se prepara con especial esmero, porque la naturaleza es una excelente fuente de inspiración que, junto con un buen contenido y una cuidada ambientación, hacen que estas celebraciones se disfruten con mucha intensidad, entusiasmo y emoción”, sostiene el sacerdote. Con todo, considera que “los campamentos de Juniors M.D. siempre son una oportunidad para el encuentro personal con Dios a través de todas las oportunidades que se ofrecen y de los medios de los que se disponen”.

Ni un joven sin campamento

La asociación ha repartido este 2022 un total de 10.900 euros de fondos propios en ayudas para que las familias con dificultades económicas pudieran inscribir a sus hijos e hijas en los campamentos de verano organizados por Juniors M.D. En esta convocatoria se han beneficiado del programa 109 jóvenes, con 100 euros de subvención por solicitud. Tal y como explica la Tesorera Diocesana, Soraya Moreno, el objetivo de las Ayudas de Campamentos es “evitar que haya niños y niñas que se queden en casa porque sus familias no puedan afrontar el gasto que implica la inscripción”.

Además, el Movimiento ha reactivado su programa ‘Un verano diferente también para ellos’, gracias al que 23 niños y niñas residentes en centros de menores de la provincia de Valencia tienen la oportunidad de participar en los campamentos de los Centros. La entidad facilita los recursos que hacen posible la puesta en marcha de las actividades y Cáritas Diocesana de Valencia financia el coste económico de las inscripciones gracias a sus Becas de Fondo Social. “Este entorno les puede proporcionar experiencias muy positivas, pero también amistades nuevas y sanas”, afirma la Secretaria Diocesana de Acción Social, Marta Silvestre.

Permisos y autorizaciones

Juniors M.D. exige a los Centros presentar una serie de documentos para aceptar la puesta en marcha de estas actividades con pernoctación. Además de disponer de todos los permisos requeridos por las comunidades autónomas de destino, desde la Oficina Diocesana se recuerda que es imprescindible entregar, con al menos 15 días de antelación, una serie de impresos rellenados y firmados por las personas responsables para autorizar estas iniciativas. Con ellos se busca garantizar la seguridad de estas salidas y minimizar los riesgos.

En el ámbito de la seguridad en las actividades veraniegas también se llevan a cabo distintas acciones durante el curso. Así, se convocan jornadas de Jefes de Campamento para explicar todo lo que hay que tener en cuenta para coordinarlos, y Juniors Escola d’Animadors despliega una amplia variedad de cursos de formación básica y permanente para capacitar a Educadores y Educadoras y ayudarles a mejorar su tarea.