“Dios quiere que tengamos una vida en plenitud” Mons. Benavent participa en los Diálogos de Teología Almudí

“Dios quiere que tengamos una vida en plenitud” Mons. Benavent participa en los Diálogos de Teología Almudí

 

Mons. Benavent

Vivir la vida y el hecho de la muerte con esperanza cristiana. Esta fue una de las propuestas que hizo el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, en la mesa redonda titulada ‘Sed de eternidad en una cultura de la muerte’, dentro de los Diálogos de Teología 2023 que organizan anualmente la Biblioteca Sacerdotal Almudí y la Facultad de Teología San Vicente Ferrer – UCV y que este año ha presentado una formato diferente. Monseñor Benavent abordó el tema tomando como referencia los documentos de la Conferencia Episcopal Española sobre la eutanasia, así como el texto ‘Un Dios de vivos. Instrucción pastoral sobre la fe en la resurrección, la esperanza cristiana ante la muerte y la celebración de las exequias’.

Según destacó el arzobispo de Valencia “estamos ante una cultura que ha perdido la noción del carácter sagrado de la vida como primer don que nos ha regalado Dios”. “Si Dios nos ha dado la vida es porque quiere que tengamos una vida en plenitud. El ser humano es un ser finito pero que curiosamente tiene un anhelo de lo infinito, esta es la gran contradicción que vive. Sin embargo, se da la paradoja de que el hombre es un ser finito con un anhelo de lo infinito. Es la terrible contradicción y la causa de todo lo que el ser humano vive ante el horizonte de la muerte, que por un lado le despierta un ansia de una vida plena pero también le plantea unas preguntas ante las cuales no puede huir”, añadió.

Recordando la constitución del Concilio Vaticano II ‘Gaudium et Spes’ monseñor Benavent recordó que “el hecho de la muerte hace que el hombre se plantee las preguntas más radicales de su existencia”. En este sentido, explicó, “el hombre ante el horizonte de la muerte se encuentra un enemigo del que no puede
huir y que es más fuerte que nosotros, que no podemos vencer con nuestras fuerzas”. “No sabemos dónde ni cuándo pero to- dos sabemos que nos llegará la hora de la muerte, por lo que no podemos huir”, agregó.
El arzobispo de Valencia explicó también que en su vida el ser humano “no solo tiene el deseo de que acabe el dolor, puesto que eso acabaría con la muerte, sino que tiene un deseo más grande, una vida en plenitud”. Además y tomando las palabras de Benedicto XVI en ‘Spe Salvi’, recordó que “la esperanza del hombre no es que esta vida se prolongue indefinidamente”. En este sentido, recordó que hay muchas personas, especialmente las más enfermas, que no quieren la vida que tienen.

“En la cultura actual hay una pérdida de la noción del carácter sagrado de la vida que hace que se secularice la vida y la forma de afrontar la muerte”

“Estamos viendo en el momento actual que con leyes como la de la eutanasia y con ciertas actitudes de cómo se afronta la muerte se revela que hay una pérdida de la noción del carácter sagrado de la vida y cuando se pierde este carácter se seculariza la vida y la forma de afrontar la muerte. De hecho, cada vez es más frecuente el número de personas en los que su horizonte vital no entra la inquietud por la salvación. Solo se preguntan ante el hecho de la muerte si la vivirán con dolor o no”, destacó. Estas actitudes, añadió, “hace que muchas personas no quieran ni pensar en la muerte ni acercarse al sufrimiento de los enfermos”.

Por otro lado, monseñor Benavent destacó que “cuando acontece la muerte en situaciones dramáticas como catástrofes o pandemias, como las que hemos pasado, vemos actitudes de servicio, de solidaridad y se muestra lo mejor que hay en el corazón del ser humano, pero sin embargo en esa ayuda se evita la cuestión de Dios”.
Toda esta realidad, como dejó ver el Arzobispo, ha llevado a cambios en la celebración de las exequias, “que ya no son expresión de la fe cristiana más auténtica, sino que cada uno se las diseña según sus gustos y medidas”. Asimismo, destacó que hay creyentes “que viven una in- coherencia porque dicen que creen sin creer en la vida eterna, cuando la vida eterna es la meta de nuestra fe”. También destacó que hay ciertas confusiones doctrina- les que “defienden la salvación automática para todos, la supresión del estado intermedio o niegan la resurrección de la carne”.

Ante toda esta situación hay un “reto pastoral que debe proponer la fe de la Iglesia y sus fundamentos como la resurrección de Jesucristo, la existencia de la vida eterna, la resurrección futura y la resurrección de la carne”. Y todo sin olvidar, según el Arzobispo, que “la fe nos lleva a vivir la esperanza, una esperanza cristiana de que Dios te va a dar bienes mayores aún sabiendo que están su- friendo”.

Además del Arzobispo, en la mesa redonda participaron también Enrique Burguete, profesor de Antropología y experto en Bioética de la UCV y Adrián Pradier, profe- sor de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad de Valladolid. El acto fue presentado por el sacerdote Jorge Molinero, coordinador de los Diálogos de Teología.