El curso de Formación Permanente de la Facultad de Teología arranca con los nuevos proyectos fruto del Congreso Diocesano de Laicos Con una mesa redonda coordinada por monseñor Arturo Ros

El curso de Formación Permanente de la Facultad de Teología arranca con los nuevos proyectos fruto del Congreso Diocesano de Laicos Con una mesa redonda coordinada por monseñor Arturo Ros

El Curso de Formación Permanente que cada año organiza la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, con la colaboración de la Delegación Diocesana para el Clero de la Archidiócesis, ha iniciado con una mesa redonda que quiere hacer partícipes a los sacerdotes de las principales conclusiones del Congreso Diocesano de Laicos «Caminando juntos hacia un renovado Pentecostés». También se presentaron los nuevos proyectos que se han pensado a raíz del encuentro.

Mesa redonda en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús (Foto: S. Benavent)

 

El congreso se celebró el pasado mes de noviembre en el Palacio de Congresos de València y participaron cerca de un millar de personas procedentes de las diferentes vicarías, movimientos y asociaciones de la Archidiócesis. La cita suscitó una «gran ilusión entre los asistentes», informan desde la Facultad de Teología.  «Muchos congresistas me decían que les había cargado las pilas», comenta el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, responsable de la Vicaría para el Laicado y la Acción Caritativa y Social de la diócesis, así como de la comisión coordinadora del Congreso.

 

Monseñor Ros coordinó la mesa redonda en la que la Formación Permanente quiere ayudar a la difusión de las principales conclusiones del Congreso de Laicos entre los presbíteros diocesanos. Junto al obispo auxiliar estuvieron Amparo Estellés, Delegada episcopal de Apostolado Seglar, así como los coordinadores del congreso, Inmaculada Ros y Guillermo Prado.

«Merece mucho la pena escucharles», afirma monseñor Ros, «es gente convencida, fiel, que ama a la Iglesia y que quiere servirla». Son laicos dispuestos «a tirar del carro para animar» a los sacerdotes. Cree Arturo Ros que «hay que contar con ellos, escucharles y hacerles caso» porque supone un «beneficio» para los sacerdotes y «todo lo que puedan recibir de ellos para hacer camino post congreso va a merecer la pena».

Guillermo Prado e Inma Ros (Foto: S. Benavent)

En esta formación permanente «hemos desmenuzado», dice, «el trabajo posterior del congreso, un plan de acción elaborado a través de distintas etapas». En definitiva, se trata de «ser fieles» a lo que se habló en el Congreso Diocesano de Laicos 2021: el primer paso era la publicación de las cuatro ponencias y las introducciones de los 16 talleres que se llevaron a cabo. «Ese primer trabajo está hecho y enviado a todos los sacerdotes y a todos los congresistas», afirma el obispo auxiliar. «Es la primera parte de otras que van a venir muy interesantes, muy sabrosas y útiles.»

La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús acogió esta mesa redonda. Junto a esta sede en Valencia, también participaron sacerdotes en la sesión formativa desde otras sedes de la Archidiócesis, como Llíria, Agullent y Gandia ya que la mesa redonda se pudo seguir en directo por el canal de YouTube de la Facultad de Teología.