Las religiosas Clarisas elaboran helados artesanales de venta al público en su convento de Gandia Realizados en su obrador, con diferentes sabores

Las religiosas Clarisas elaboran helados artesanales de venta al público en su convento de Gandia Realizados en su obrador, con diferentes sabores

Obrador de las religiosas Clarisas de Gandia

Las Hermanas Pobres de Santa Clara de Gandia ofrecen de nuevo helados elaborados de forma artesanal por las religiosas en su obrador. Con la llegada del calor, los vecinos y visitantes de la ciudad ducal pueden adquirir helados de diferentes sabores, hechos en un clima auténtico de ‘ora et labora’, por las conocidas como clarisas, del histórico convento de Santa Clara.

Y además hay para todos los gustos: Los beneficios de estas ventas están destinados al sostenimiento del con- vento, formado actualmente por nue- ve hermanas. La variedad incluye sabores como limón, fresa, almendra, café, yogur o yogur con oreo, y ya están haciendo pruebas para los de vainilla y mantecado.

Hay que tener en cuenta que sus únicas fuentes de ingresos son las limosnas y lo que adquieren con la venta de este tipo de productos. Como indica la abadesa, sor Israel María, “nosotras estamos llamadas a vivir en la pobreza y esa pobreza nos hace tra- bajar, siempre un trabajo manual, para vivir, tal y como decía San Francisco de Asís. Sin olvidar que el trabajo es fruto de la gracia de Dios”. Una vida sencilla como la que llevan en este convento de clausura y a través de una producción sencilla de helados que realizan las hermanas más jóvenes, labor en la que siempre está presente la oración. “Mientras trabajamos no nos olvidamos de pedir por todos y por las intenciones que nos llegan”, apunta la abadesa.

La fabricación de helados comenzó el año pasado y tuvo bastante éxito entre los vecinos de Gandia. La idea se la dio una comunidad de clarisas de Mallorca, donde ya lo hacían. Así que fueron allí a aprender, y no sin dificultades, lo implementaron en Gandia. También en Navidad quieren ofertar las pastas típicas de estas fiestas.

Los helados pueden adquirirse en horario de 10.30 a 13.30 horas y por la tarde de 17 a 20:30 horas, excepto los jueves. Igualmente, pueden realizarse pedidos a través del número de teléfono 962871093, en el mismo horario. El Convento de Santa Clara se encuentra ubicado en la plaza de la Duquesa María Enríquez, número 5, de Gandia.

Vida contemplativa: Misión callada y escondida, en el corazón de la Iglesia

La hermana sor Israel explica que la misión de las religiosas de clausura “se trata de una misión callada, escondida, en el corazón de la Iglesia”. “Día a día damos nuestra vida a la Iglesia y Jesucristo a través de la oración, rezando por todos para que la alegría de la Pascua, de Cristo Resucitado, llegué a todos”, explica.

A pesar de vivir en la clausura están muy presentes en la vida de la ciudad y de la Iglesia que camina allí. “Las parroquias nos tienen muy en cuenta y nos hacen partícipes de su vida pastoral para que recemos por ellas. También realizan algunas celebraciones en nuestra iglesia”. Además tienen su gran tesoro: la adoración eucarística perpetua, abierta las 24 horas del día y cubierta por adoradores en cada franja horaria.

También realizan convivencias vocacionales dos veces al año y el acompañamiento a las chicas que están discerniendo si Dios les llamaba a la vida contemplativa.

“Dar la vida por Cristo”

Sor Israel destaca que su vida es una vida “de sencillez y pobreza” y ven como el Señor les cuida y también “les bendice” con nuevas vocaciones. Ella es natural de Denia y lleva 24 años de vida religiosa. “Mi vida ha sido un auténtico regalo. Es lo mejor que me ha podido pasar. Entregar mi vida al Señor es lo que le ha dado sentido. Veo que el camino que he andado con Él ha sido precioso, Él lo es todo. Si le dejas hacer una historia, Él hace una historia preciosa”, explica.