Bendición de las obras de restauración y reposición del pavimento de la parroquia de Chelva Gracias a las ayudas de Conselleria y la implicación de la feligresía

Bendición de las obras de restauración y reposición del pavimento de la parroquia de Chelva Gracias a las ayudas de Conselleria y la implicación de la feligresía

La parroquia de la localidad valenciana de Chelva ha bendecido las obras de reparación y reconstrucción del pavimento del templo parroquial, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), un mármol negro de cantera de Alcublas utilizado durante siglos para construir u ornamentar alguno de los edificios más emblemáticos de Valencia, como la Lonja y numerosos templos.

El pavimento ha sido rehabilitado en una parte y, en otra, repuesto ante el “grave deterioro sufrido durante la persecución religiosa de 1936”, señala el párroco Carlos Camallonga.

Durante la guerra, el templo de Chelva sirvió como taller mecánico de camiones y tanques, al ser muy amplio y espacioso, y el suelo quedó gravemente dañado. En posguerra fue arreglado, pero los trabajos “no llegaron a reparar del todo los desperfectos”.

Ahora, el suelo repuesto guarda “todas las pautas de Patrimonio, como templo BIC, y las piezas nuevas también son de mármol de ‘Calatorao’, muy similares a las originales”.

Estos trabajos, bendecidos durante la celebración de la fiesta de San Blas, por el vicario episcopal Agustín Alcayde, han podido acometerse gracias a una subvención de Conselleria y la implicación y generosidad de los feligreses.

Así, el total de la obra ha ascendido a 77.000 euros, de los que 40.000 vienen de una subvención de la Conselleria de Cultura de Valencia, y los restantes 37.000 “los hemos tenido que pagar y todavía estamos pagando gracias al esfuerzo de todos y cada uno de vosotros”, asegura el párroco. “De esos 37.000 euros que tenemos que pagar, hasta la fecha hemos recogido ya 33.600 euros”.

“No ha sido un trabajo fácil, puesto que ha sido reposición de suelo y una restauración, siguiendo en todo momento las directrices de Patrimonio”. Pero, “gracias a cada uno de vosotros, los que os habéis preocupado, los que habéis donado con generosidad, los que habéis limpiado, todos aquellos que habéis preparado con gusto esta celebración, por fin, tenemos el suelo que tan necesario era”, asegura el párroco.