Fiesta de la Mare de Déu d’Albuixech, presidida por el Arzobispo Visita a varios vecinos “como un homenaje a sus vidas de fe” y mantiene un encuentro con la comunidad parroquial

Fiesta de la Mare de Déu d’Albuixech, presidida por el Arzobispo Visita a varios vecinos “como un homenaje a sus vidas de fe” y mantiene un encuentro con la comunidad parroquial

El Arzobispo, en su entrada al templo parroquial de Albuixech (Fotografías: Carmelo Rubira)

El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió el sábado, 2 de septiembre, en Albuixech, la fiesta de su patrona, la Mare de Déu d’Albuixech, una de las conocidas como “Mare de Déu trobades” cuya imagen fue encontrada en el siglo XIII.

El acto principal de la fiesta es la misa solemne que el Arzobispo ofició en la parroquia de Albuixech dedicada a esta advocación, la Mare de Déu d’Albuixech, explica su párroco Miguel Mateu.

Antes de la misa, “monseñor Benavent realizó varias visitas a vecinos del pueblo en sus casas, como un homenaje a sus vidas de fe y por estar impedidos para acudir a la parroquia: al matrimonio de Mercedes y Miguel, que llevan 65 años casados; a la señora Dora, que tiene 103 años; y a la señora Dolores”, añade el párroco.

Al finalizar la eucaristía, “el Arzobispo mantuvo un encuentro con toda la comunidad parroquial, firmó el Libro de Honor del Ayuntamiento de Albuixech y compartió la comida con todos los sacerdotes”, señala.

La celebración continuó por la tarde con la misa y la procesión en honor a la patrona.

Una “Mare de Déu trobada” cuya imagen fue hallada en el siglo XIII

Albuixech celebra sus fiestas populares y patronales en honor a su patrona, la Mare de Déu d’Albuixech, y también a su patrón, San Ramón Nonato, al Santísimo Cristo de la Misericordia y a la Virgen del Rosario.

La imagen de la Mare de Déu d’Albuixech fue encontrada en el siglo XIII en un madroño por un agricultor mientras labraba la tierra, por ese motivo también es conocida como “Mare de Déu de l’Alborser”. La fiesta se celebra cada año, el 2 de septiembre, y no el día 8, como la mayoría de Vírgenes “trobades” de la Archidiócesis.