Primera reunión del Arzobispo con la Delegación del Clero El equipo coordinador, encabezado por el delegado episcopal Luis Molina, se pone al servicio del titular de la Archidiócesis

Primera reunión del Arzobispo con la Delegación del Clero El equipo coordinador, encabezado por el delegado episcopal Luis Molina, se pone al servicio del titular de la Archidiócesis

En esta imagen, el Arzobispo con Luis Sánchez y Luis Molina (hablando); y Pedro Sanchis, Santiago Bohigues y Santiago Pons. En la imagen de arriba se puede ver también a Miguel Navarro (Firma: V. Gutiérrez)

El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha mantenido este miércoles por la mañana, en el Palacio Arzobispal, su primera reunión con la Delegación del Clero, encabezada por Luis J. Molina, que fue nombrado delegado episcopal para el Clero tras el fallecimiento del sacerdote José Máximo Lledó el pasado mes de octubre.

En este encuentro han participado -junto con Molina- los siguientes miembros del equipo de la Delegación del Clero: Luis Sánchez, delegado episcopal para la Pastoral de Enfermos y Mayores; Santiago Bohigues, encargado de actividades de la Delegación del Clero y director del Secretariado Diocesano de Espiritualidad; Miguel Navarro, presidente de la Comisión para el Diaconado Permanente; y Pedro Sanchis García, director espiritual para Sacerdotes de otras Nacionalidades.

También ha tomado parte Santiago Pons, decano de la Facultad de Teología de Valencia, muy vinculado a esta Delegación ya que se ocupa de la formación permanente del clero, indica Luis Molina.

La finalidad de esta primera reunión ha sido “presentarnos ante el nuevo Arzobispo para que sepa quiénes estamos en primera línea de la Delegación del Clero y cuáles son las funciones de cada uno y ponernos a su servicio para trabajar siguiendo sus directrices porque él es la pieza principal dentro del clero de la Archidiócesis”, destaca.

Finalidad y tareas

La Delegación para el Clero tiene como finalidad primera la oferta de servicio al clero diocesano de Valencia, para atender y animar a sus sacerdotes y diáconos en las diversas dimensiones que exige la vida sacerdotal, a saber: dimensión humana, espiritual, intelectual y pastoral.

Entre otras tareas “humanas”, la Delegación se encarga de reunir datos actualizados sobre la situación del clero diocesano, la atención de sacerdotes enfermos o que pasen por situaciones especiales y el cuidado de necesidades materiales y de vivienda.

Desde la perspectiva “espiritual”, la Delegación tiene como misión actualizar en los presbíteros los contenidos de la teología espiritual y de la espiritualidad sacerdotal, así como recoger información, anunciar y organizar retiros y ejercicios espirituales y estimular el acompañamiento y la dirección espiritual.

Como tareas “intelectuales” figuran coordinar y ofrecer un proyecto de formación permanente y estimular la participación en jornadas, conferencias y cursos; y como funciones “pastorales”, orientar los servicios de la Delegación hacia el crecimiento del sacerdote como pastor y avivar la conciencia de universalidad, estimulando el servicio misionero.