Los alumnos del colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal agradecen al cardenal Cañizares su “interés y dedicación” En una visita a los nuevos locales, conseguidos gracias al Arzobispado, los niños le han dedicado palabras de cariño: “Eres el mejor pastor del mundo”

Los alumnos del colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal agradecen al cardenal Cañizares su “interés y dedicación” En una visita a los nuevos locales, conseguidos gracias al Arzobispado, los niños le han dedicado palabras de cariño: “Eres el mejor pastor del mundo”

El cardenal Cañizares, en su visita al colegio Santiago Apóstol del Cabanyal (Firma: fotografías: A. Sáiz)

El cardenal Antonio Cañizares ha recibido el cariño y el agradecimiento de los alumnos de Primaria del colegio diocesano Santiago Apóstol, del barrio valenciano del Cabanyal, durante la visita que ha realizado hoy, jueves, al centro escolar.

Así, los niños, reunidos en el patio del colegio, han recibido al Cardenal con una pancarta de agradecimiento y le han entregado un obsequio con la gratitud de todo el claustro de profesores y personal del centro.

Los alumnos le han dedicado unas palabras de cariño, en las que han asegurado que para ellos es “el mejor pastor del mundo, por ayudarnos a tener lo que necesitamos en este colegio” y también le han agradecido su impulso personal “para contar con un comedor tan bonito”. El Cardenal ha expresado su cariño a todos los alumnos, a los que les ha dicho: “me tenéis a vuestra disposición para siempre”.

El cardenal Cañizares ha visitado los dos nuevos locales, adquiridos por el centro gracias al Arzobispado de Valencia, en los que se ha habilitado un comedor y una sala polivalente tanto formativa como para ocio, que acogerá clases extraescolares, de psicomotricidad, reuniones del claustro y formación con familias, entre otros.

Estos nuevos locales facilitarán el trabajo diario del centro educativo, “en el que atendemos a cerca de 200 alumnos, pero también realizamos muchos proyectos con las familias y a nivel comunitario en el barrio”, ha señalado el director del centro Jordi Bosch, quien ha añadido que “el nuevo comedor ofrece más amplitud y se adecua mejor a las necesidades del centro”.

Por su parte, el titular del colegio diocesano Fernando March ha destacado que “queremos darle las gracias a don Antonio por toda la labor que ha hecho por nosotros, desde el primer momento, y por todo el apoyo que ha prestado a este colegio que acoge a alumnos de familias necesitadas. Especialmente estamos muy agradecidos por estos nuevos locales, que hemos conseguido gracias al Arzobispado, que también nos ayudó en la reforma del centro”.

Al ser una comunidad de aprendizaje, el centro tiene como objetivo “educar en valores, incidiendo en el diálogo. Hay que tener en cuenta que hay alumnos que viven situaciones familiares muy duras en hogares con carencias y a veces les cuesta un poco la convivencia, por eso intentamos cuidar todos esos aspectos”, ha señalado el titular.

En esta línea de trabajo, “vamos consiguiendo que las familias se impliquen cada vez más y participen en las asambleas familiares, dos veces al año, y en otros momentos determinados. Por todo ello, las familias también agradecen la labor del Arzobispado y de don Antonio por todo su apoyo”, ha concluido.

Colegio Santiago Apóstol

Santiago Apóstol es un centro singular, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, del Cabanyal, que atiende a alumnos de Infantil, Primaria, primer ciclo de Secundaria y Formación Profesional Básica, procedentes de familias sin recursos, en su gran mayoría pertenecientes al pueblo gitano.

“A todos ellos se les imparte una formación integral teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen unas necesidades de compensación educativa, a través de actuaciones educativas de éxito, que son un referente en las comunidades de aprendizaje, en las que se implica a las familias”.

El colegio recibió el curso pasado un premio a nivel nacional por su proyecto “Un patio para todos” por el que transformaron un solar -que servía de aparcamiento para coches- en un patio escolar y para el barrio, gracias a la ayuda de los propios estudiantes y personas con problemas de salud mental.

Además, el centro también tiene una «Escuela de Navidad, de Pascua y de Verano”, una iniciativa abierta a todo el barrio, que ofrece servicio de desayuno, comedor, talleres, actividades de refuerzo educativo y actividades deportivas para niños de 3 a 12 años durante los periodos vacacionales.