La diócesis de Valencia se suma con oraciones al “Tiempo de la Creación”, para “rezar y cuidar juntos de nuestra casa común” Se celebrará hasta el 4 de octubre bajo el lema "Escucha la voz de la Creación"

La diócesis de Valencia se suma con oraciones al “Tiempo de la Creación”, para “rezar y cuidar juntos de nuestra casa común” Se celebrará hasta el 4 de octubre bajo el lema "Escucha la voz de la Creación"

La diócesis de Valencia se suma con oraciones al “Tiempo de la Creación”, momento especial para todos los cristianos para “rezar y cuidar juntos de nuestra casa común”, tal como indica el papa Francisco, en su mensaje para la Jornada de este año que la Iglesia celebra hasta el próximo 4 de octubre bajo el lema “Escucha la voz de la Creación”.

Desde el 1 de septiembre, Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, al 4 de octubre de 2022, fiesta de san Francisco de Asís, la Iglesia convoca el Tiempo de la Creación, “un tiempo de gracia que la Iglesia, en diálogo ecuménico, ofrece a la humanidad para que renueve la relación con el Creador y con la Creación, a través de la celebración, la conversión y el compromiso juntos”, según indica en la diócesis de Valencia Ferran Lluch, director del secretariado diocesano de Ecología Humana.

En este tiempo, “se nos exhorta a la oración, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la Creación y su misericordia por los pecados cometidos contra ella”.

Además, el Tiempo de la Creación nos invita a “la denuncia profética ante el abuso y la sobreexplotación de los recursos naturales y ante una emergencia climática, que también mata”. A esto Lluch añade que “también nos empuja a actuar: pensar e implementar proyectos, dirigidos a la sostenibilidad”.

Incendios devastadores

El mensaje de este año, “Escucha la voz de la Creación”’ nos anima a aprender a escuchar “la voz dulce de la naturaleza que alaba a su Creador y también el grito amargo de la naturaleza que se queja del maltrato humano”, explica Ferran Lluch.

Precisamente, el símbolo de la jornada de este año es la zarza ardiendo. “Frente a un verano de grandes incendios que han destruido gran parte del patrimonio natural, con consecuencias sociales y económicas graves, otro fuego: el que llamó la atención de Moisés, el que no destruía, el que mostraba la presencia de lo sagrado en el monte Horeb”, añade.

Lluch anima a participar en este tiempo a “todas las personas de buena voluntad porque todos somos custodios de la Creación”: “Ora, observa y actúa”, “ora y contempla la Tierra: sólo o en compañía, en tu grupo, en tu casa, en tu parroquia”, afirma.

Igualmente, invita a “mirar, observar y llamar a las cosas por su nombre: la irresponsabilidad ante la Casa Común causa, no sólo destrucción de naturaleza, también pobreza y muerte del ser humano”.

Y, por último, anima a actuar: “Menos, es más. Las pequeñas acciones, cuando se convierten en actitudes, son muy efectivas. Reduce, reutiliza, recicla en tu casa, con tu familia, en tu trabajo, en tu parroquia”. “Usemos misericordia con nuestra Casa Común”, expresa Lluch.

El Arzobispado de Valencia impulsa medidas de ahorro energético

El Arzobispado de Valencia dará cumplimiento al decreto de ahorro energético aprobado por el Gobierno que entró en vigor el pasado mes de agosto.

Además, el Arzobispado había anticipado en meses precedentes la línea de ahorro energético en toda la diócesis con el estudio de sistemas que permitan implementar soluciones en esta línea. De manera directa, el pasado 28 de julio remitió indicaciones a todas las parroquias para la instalación de paneles solares en los templos y en otras instalaciones, a fin de extender soluciones de ahorro energético en iglesias, parroquias, conventos y casas-abadías. Esta indicación se ha hecho extensiva incluso a los colegios diocesanos.

Con ello el Arzobispado de Valencia muestra su iniciativa de contribuir al ahorro energético y siguiendo las palabras del Papa Francisco, del cuidado de la Casa Común, como reitera el Santo Padre desde su Encíclica Laudato Si’.