
28 Jul Valencia acogerá un Encuentro diocesano de Vocaciones el próximo mes de octubre Organizado por la Vicaría de Evangelización y Pastoral Vocacional
“Sembremos un campo donde todas las vocaciones crezcan juntas aunque cada una ocupe su lugar”
El Vicario de Evangelización, Juan Melchor Seguí y el Delegado de Pastoral Vocacional, Sergio Requena nos presentan el Encuentro diocesano de Vocaciones que se celebrará el 4 de octubre. Una reflexión para un nuevo impulso, que la vida no pase ante nosotros como una sucesión de acontecimientos, sino que seamos capaces de volver a ilusionarnos y pensar no sólo qué soy, muy habitual en nuestra sociedad, sino Para quién soy, qué sentido tiene el plan para el que hemos sido llamados y enviados.
La Vicaría de Evangelización ha organizado junto con la Pastoral Vocacional un Encuentro que se celebrará el próximo 4 de octubre, con el que se quiere reafirmar la ilusión por encontrar nuestra vocación. “Toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad a su vocación” (papa Francisco), la unidad de toda la familia humana se realiza en la fidelidad de cada miembro de la Iglesia a su vocación: los pastores, los laicos, entre ellos, los matrimonios, los consagrados. Distintas vocaciones en la Iglesia y un único Pueblo.
La pastoral vocacional, promueve una Iglesia en movimiento, desde una colaboración que se exprese en la forma de fraternidad donde se entretejen los carismas, siempre en el marco de la Diócesis, “Madre” de todos ellos. Como Iglesia, como asamblea, todos estamos llamados. Es decir, que la vida no pase por delante de nosotros como una sucesión de acontecimientos, sino que seamos capaces de volver a ilusionarnos y pensar no sólo qué soy, muy habitual en nuestra sociedad, sino para quién soy, qué sentido tiene el plan para el que hemos sido enviados. Como explica el Delegado de Pastoral vocacional, Sergio Requena: “Es una iniciativa propia de la diócesis aunque también es, en parte, consecuencia del Congreso de Madrid al que asistimos todas las diócesis españolas y que pretendía presentar un proyecto pastoral vocacional para los próximos años. Una pastoral vocacional, podemos decir, que no estuviera delimitada a la vida religiosa, a los seminarios…sino que presentara la vida cristiana como vocación”.
Todos tenemos una vocación y por lo tanto, estamos llamados a crecer juntos. Para concretar eso, se celebra el Encuentro que tenemos ahora. Juan Melchor Seguí, Vicario de Evangelización, explica que “será importante para que posteriormente las personas que vendrán el encuentro por representación, difundan también lo de esta espiritualidad vocacional en todos los ámbitos. No hay solamente vocaciones de especial consagración, sino también la vida cristiana como vocación, esa es la finalidad. No hablamos de “cultura vocacional” sino de espiritualidad en torno a la vocación, que posiblemente es algo en lo que no hayamos reparado del todo”.
Cuando hablamos de vocación, parece que nos referimos a la de los religiosos o de los sacerdotes. Pero ¿qué entendemos verdaderamente por vocación? Sergio Requena señala que debemos pensar en el significado de lo que somos: La Iglesia somos asamblea de llamados, por el hecho de serlo, estamos llamados a la santidad. En la vida de cada uno de eso se concreta en una forma de vida, que nunca es solitario, sino que siempre se vive en comunión con la Iglesia, con la participación de todos, y de esa manera la Iglesia, las comunidades cristianas, se convierten en ese lugar donde discernir. La diócesis nos ayuda, nos apoya, da los medios a las personas para que todos podamos encontrar nuestro lugar dentro de la Iglesia”.

Sergio Requena, delegado diocesano de Pastoral Vocacional (F: V.Gutiérrez/Delegación Medios de Comunicación)
Sergio Requena señala que “nuestra pastoral, tal y como la hemos venido realizando en los últimos años, no es que esté agotada, pero sí que nos ha mostrado cuáles son sus líneas, su capacidad, hasta dónde puede llegar. Puede que, de alguna manera, hayamos perdido el sentido de la ocasión, y que este Encuentro sea para volver a dar el impulso. Y quizá, a partir de esa necesidad de replantear cosas, ha surgido un redescubrimiento de la vida cristiana como vocación, y la necesidad que tenemos de un campo donde todas las vocaciones crezcan juntas, aunque luego, cada una vaya óocupando su lugar”.
De alguna manera este ‘redescubrimiento’ se convierte en una novedad, en un desafío como Iglesia y al mismo tiempo, también en ejemplo para la sociedad, esta espiritualidad de nuestra de vocación indica al mundo, otra forma de vivir. Melchor Seguí afirma que “esto nace de la vocación bautismal, por el bautismo, todos somos llamados. Primero somos llamados a formar parte de la familia de Jesús, que es la comunidad, la Iglesia, y al mismo tiempo somos enviados para colaborar con en la extensión de su Reino. Anunciarlo a todos nos atañe. Desde el Concilio Vaticano II se viene hablando del papel tan importante de los laicos -incluso antes también, en algunos documentos papales y ministeriales-. Pues esto, la Iglesia española en particular, quiere tomarlo con fuerza, por eso hizo una apuesta fuerte en el Congreso Nacional en el que participaron más de 3.000 personas, y por eso nos pide que esto llegue a toda la Iglesia española, a todas las Iglesias particulares”.
¿Podemos nosotros hacer llegar nuestra antropología? Melchor Seguí afirma, “bueno, creo que se nos pretende presentar un mundo sin Dios y una vida sin vocación, que cada uno hace lo que él prefiere, lo que más le guste, aquello en lo que se sienta mejor y puede ir variando lo largo de la vida. Entonces ¿a qué se nos llama?, pues a descubrir nuestra propia realidad como persona, vistos desde la perspectiva divina, de la presencia de Dios en medio del mundo, hacerle presente allí donde está. ¿Cómo se concreta esa realidad?. Siempre con una misma perspectiva, vivido desde el amor. Por eso decimos que no es tanto que yo busque hacer aquello que me hace a mí feliz, sino que la vocación es hacer feliz al otro. Y también desde la perspectiva, que decía el papa Francisco, tú eres una misión en este mundo, tú has venido para algo porque Dios te ha enviado para algo. La perspectiva también de que Dios tiene un plan, hay un plan general, la historia de la salvación. Dios utiliza a las personas y a los acontecimientos de la historia como instrumentos para llevar a cabo su plan de salvación. Todos somos instrumentos, somos la moneda de esa cadena y Dios tiene un plan para cada uno. Esta convocatoria eclesial quiere encender y avivar el deseo de la comunidad de los que son llamados. la Iglesia, que se muestre como “asamblea de llamados”, porque eso significa la palabra Iglesia, asamblea de los llamados. Llamados para ser enviados, que caminan y evangelizan unidos. De ahí la importancia del discernimiento vocacional en el acompañamiento. Este curso que terminamos, los colegios diocesanos tenían un lema: “Dios tiene un plan para ti”, y el lema de este Encuentro, -como el del Congreso celebrado, en Madrid, por relacionarlo- es “Para quién soy”. Por eso, descubrir que nuestra vida tiene sentido, tiene una dirección, que tiene una orientación y que Dios tiene un plan, lo tenemos que descubrir y tenemos que vivir nuestra vida no como una sucesión de acontecimientos arbitrarios, sino que nuestra vida es una historia de salvación, una historia de amor”.
El Congreso tendrá una amplísima representación, porque como explica Melchor Seguí, “estamos muy empeñados en que la organización no sea cosa de unos pocos, ni de un cierto sector, queremos que estén todas las realidades representadas también, a la hora de preparar y vivir el Encuentro”.
El hecho de que se busque esta participación activa desde el momento de la generación del Encuentro es un ejemplo de sinodalidad. “Claro, -afirma Sergio Requena- hemos vivido la última etapa del Papa Francisco con el Sínodo de la sinodalidad, de los jóvenes, que también fue muy participativo, la exhortación sinodal, los jóvenes el discernimiento vocacional, es decir, el Papa Francisco puso en su pontificado el foco en este aspecto, que toda la actividad en la Iglesia, de manera especial, con los jóvenes, y con todas las personas, ayudar a que encuentren su camino”.
“El Encuentro no es un punto el final, es un punto de comienzo, en nuestra Iglesia particular para todos los colectivos de diferentes realidades eclesiales”. Es cierto, que viene insistiendo el Arzobispo Mons. Enrique Benavent, en que tenemos que caminar unidos, diocesanos. “Es que no podemos perder de fondo -afirma Melchor Seguí- que por encima de parroquias, movimientos, o pertenecer a un carisma, la Diócesis es ‘la madre’, la ‘diocesaneidad’, respetando los carismas particulares, pero abiertos a la iglesia diocesana. Es decir, la comunión se hace tangible en la Diócesis. Queremos que los que participen en el Encuentro, tengan luego esa fuerza para llevar sus conclusiones, sus planteamientos, a la vida de las parroquias, a las comunidades religiosas, los colegios…y vamos a ir viendo qué es lo que el Espíritu nos va diciendo. También está relacionado con que vamos a ir iniciando el Plan Pastoral, la implementación del Sínodo. Todo está relacionado y estará implicado en esto”, afirma el Vicario de Evangelización.
La Diócesis necesita un servicio que anime la vida vivida como vocación, que exprese la unidad y la cooperación. El delegado de Pastoral Vocacional Sergio Requena señala que “los resultados de este Encuentro pueden dar lugar a hablar de la posibilidad de crear un Servicio diocesano de pastoral vocacional”. No cabe duda de que el Encuentro es de gran trascendencia para la Diócesis, por lo que estará presente el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent y el ponente inaugural será el presidente de la Conferencia episcopal española (CEE), Mons. Luis Argüello. A continuación por la mañana habrá un panel de testimonios cruzados, como explica Sergio Requena, “son testimonios de varias personas: un sacerdote, un religioso, un laico, un matrimonio. Es una especie de mesa redonda, pero que no va a hablar cada uno de lo suyo, sino que queremos que hable del otro, es decir, ¿cómo ha impactado en tu vida o qué influencia ha tenido en tu vida la relación que has tenido o tienes con un sacerdote o con un matrimonio? Dicho por el cura del matrimonio, la religiosa del laico, etc”.
Después los talleres y por la tarde la segunda ponencia, habrá un trabajo de reflexión por según el método de la conversación del Espíritu y posteriormente la eucaristía, en el Seminario Mayor.
“Será una Jornada muy intensa y muy potente”, afirman ambos. En el Encuentro estará presente el Consejo de Gobierno, Vicarías Territoriales, 105, sacerdotes, Delegaciones y secretariados, Catequesis, Laicos, Foro de laicos, Delegaciones de Pastoral familiar, Espiritualidad, Clero, Enfermos y mayores, Misiones, Seminario, Religiosidad popular, Colegios de diocesanos, Infancia y juventud, Junior, Pastoral universitaria, Primer anuncio, diáconos permanentes, Vida Consagrada…Serán 500 participantes, el 4 de octubre, en el Encuentro de Pastoral Vocacional. Otro momento fuerte serán los 20 talleres organizados. Cada participante elegirá dos. Se dividirán en talleres sobre la palabra , de comunidad, sujeto, misión, acompañamiento personal, los miedos y bloqueos vocacionales, equipos de psicólogos de Escucha diocesanos…Además, se utilizará también el himno, del Congreso. También se cuidará el Congreso a nivel musical, con la dirección musical del Seminario y se contará con el himno que se estrenó en el Congreso de Madrid. Una oportunidad en la Diócesis de trabajar juntos a favor de la vocación y las vocaciones quien promueve la preparación al matrimonio o la vocación laical, la consagración, los que trabajan en la pastoral con jóvenes o animan la misión ‘ad gentes’.