
18 Jul “No heredamos una historia, vivimos una convicción y la experimentamos día a día” Mons. Pedro Aguado, obispo de Jaca
“Nos sentimos profundamente felices y honrados por este evento tan significativo para este monasterio y para nuestra Iglesia. Venerar el Santo Cáliz es venerar a Jesucristo, es tratar de conocerle, de amarle, de sentir su presencia y sentirnos enviados a anunciarle y portadores de un regalo. Os invito a amar como Él amó, a los enfermos, a los pobres, a los necesitados. Amar a Jesucristo es decir no a la indiferencia ante lo que los demás necesitan de nosotros. Y ese es el mensaje de la sangre de Cristo en el Cáliz”.
“También debemos anunciarle, no hay mejor mensaje que anunciar que hay un Dios que quiso nacer en un establo y morir en una cruz, y que con esas dos decisiones generó vida infinita para todos nosotros”.
“Cada vez que estamos en la Eucaristía no sólo estamos recordando lo que pasó, si no también estamos viviendo de nuevo lo que está pasando hoy, que el Señor está presente entre nosotros. No es la narración de la historia, si no que vivimos una convicción, y la experimentamos día a día en cada Eucaristía por la voluntad de Jesucristo, que instituyó la Eucaristía y el sacerdocio ministerial”
“El día de hoy nos puede ayudar a recordar que el centro de todo es Cristo, es la respuesta a nuestras preguntas más profundas y más honestas, es la salvación, lo que necesitan nuestros niños y jóvenes, y lo que necesita tanta gente que no encuentra alegría profunda y sentido para su propia vida. Cristo es el único que te puede dar el abrazo que necesitas para seguir adelante cada día. Que Dios nos permitan vivir esta fe y anunciarla con profunda humildad de quien sabe que no es digno pero es tan fuerte que tiene que hacerlo”.