
01 Oct 30 aniversario de la beatificación de Vicente Vilar, ejemplo vivo de santidad en medio del mundo del trabajo y la familia Manises celebra este miércoles una misa de acción de gracias, presidida por Mons. Fernando Ramón
La parroquia San Juan Bautista de Manises acogerá este miércoles una misa de acción de gracias por el 30 aniversario de la beatificación de Vicente Vilar David (Manises, 1889- 1937), que será presidida a las 19 horas por el Obispo auxiliar de Valencia monseñor Fernando Ramón.
Vicente Vilar, ejemplo vivo de santidad en medio del mundo del trabajo y la familia, fue beatificado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995, siendo el primer laico mártir beatificado de la Guerra Civil española.
En su homilía de beatificación el Papa destacó de él la oración y su gran devoción a la Eucaristía como constantes en toda su vida, de modo que “su trabajo llevaba la impronta de la presencia de Dios”.
Igualmente, este miércoles, tras la celebración de acción de gracias en honor al beato Vicente Vilar, la parroquia acogerá también la inauguración de una exposición con motivo del centenario del patronato canónico de las Santas Justa y Rufina.
La muestra, que podrá visitarse a lo largo de los meses de octubre y noviembre, alberga numerosas piezas y ornamentación religiosa, desde los siglos XVII y XVIII, esculturas, imágenes, andas de la Semana Santa, y estandartes y banderas, que recorren la historia y devoción en la parroquia de San Juan Bautista.
Beato Vicente Vilar
Vicente nació el 28 de junio de 1889 en el seno de una familia católica de Manises (Valencia). Desarrolló un intenso apostolado seglar, fue estudiante de ingeniería industrial y su formación estuvo siempre marcada por el humanismo cristiano.
Al mismo tiempo, era catequista de niños y jóvenes desfavorecidos, y participó de varias asociaciones eucarísticas, como al Cofradía del Santísimo Sacramento y la Adoración Nocturna.
Con la llegada de la República en 1931, promovió la fundación del Patronato de Acción Social, preocupado de la conservación de la educación católica ante el creciente laicismo y la expansión del odio religioso.
Durante la persecución religiosa, su hogar se convirtió en refugio de sacerdotes y religiosos. Pero el14 de febrero de 1937, Vicente fue detenido. Defendió su fe y murió esa misma noche perdonando a sus asesinos. Sus restos se conservan en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Manises.