29 Oct Aniversario 29-O: el rector de la UCV llama a “renovar el compromiso con los que sufren” La comunidad universitaria recuerda a las víctimas de la DANA
Estudiantes, profesores y personal de administración y servicios de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha recordado a las víctimas de la dana participando masivamente en las misas celebradas en todas las sedes en el día que se cumple el primer aniversario de la tragedia. Además, las banderas han ondeado a media asta en todos los campus, así como la web y las redes sociales lucen un crepón negro, uniéndose así a la declaración del día de luto oficial.
El rector, José Manuel Pagán, se ha dirigido a la comunidad universitaria invitando a “recordar con respeto y reverencia a quienes han perdido la vida, a sus familiares y amigos; también a los que han sufrido pérdidas materiales o afectivas”; un recuerdo que “debe ir acompañado de un compromiso activo y compasivo”. En medio del sufrimiento “muchos miembros de la comunidad universitaria supieron levantar la mirada hacia los demás, ofreciendo ayuda, consuelo y esperanza. Esa corriente silenciosa de bondad ha sido la respuesta humana que, ante una prueba tan dura, hemos podido ofrecer con humildad y sencillez desde nuestra universidad”, ha reconocido.
Asimismo, ha recordado todo lo realizado «con generosidad, determinación y competencia, acudiendo al auxilio de quienes sufrían». «En vuestras manos se ha hecho visible la caridad de la que habla el Evangelio; en vuestros rostros se ha reflejado la misericordia de Dios que no abandona nunca a sus hijos». El rector ha agradecido a la comunidad universitaria el «testimonio de amor y esperanza” y ha alentado a que esta conmemoración «no quede sólo en el recuerdo, sino que se transforme en una oportunidad para renovar nuestro compromiso con los que sufren”.
“El verdadero cristiano es el que se detiene ante el dolor”
En una emotiva homilía, inspirada en la parábola del Buen Samaritano, el capellán mayor de la UCV, Vicente Ferrer, ha llamado a los profesores, alumnos y personal de administración y servicios a vivir una “fe auténtica y comprometida, que se exprese en la compasión y el servicio hacia los demás”.
Ferrer ha recordado que “la verdadera fe se demuestra en la compasión” y ha subrayado que “no basta con mirar el dolor desde lejos, porque el discípulo de Cristo es el que se acerca, se detiene y tiende la mano. Ese es el cristiano”.
El capellán mayor ha evocado también los momentos de sufrimiento vividos, “marcados por la pérdida, el miedo y la incertidumbre”. Sin embargo, “en medio del barro y de la destrucción, brotó la luz de la fraternidad y Cristo volvió a hacerse presente, no en el poder ni en el ruido, sino en el acto silencioso del amor”. Por otro lado, ha recordado a las personas que, un año después, sufren las consecuencias de la tragedia. “Aún hay familias que no han podido abrir sus negocios, casas llenas de barro y personas que no han podido volver. No podemos olvidarlas, debemos tenerlas siempre en nuestra oración”.