La Iglesia de Santa Catalina Mártir recibe la visita pastoral de Mons. Fernando Ramón La primera vez que se realiza la visita pastoral en este templo de adoración y reparación eucarística 

La Iglesia de Santa Catalina Mártir recibe la visita pastoral de Mons. Fernando Ramón La primera vez que se realiza la visita pastoral en este templo de adoración y reparación eucarística 

El obispo auxiliar de Valencia, Mons. Fernando Ramón, en nombre del arzobispo Mons. Enrique Benavent, presidió el pasado miércoles, 26 de noviembre, la solemne misa estacional en la Iglesia de Santa Catalina Mártir, con motivo de la visita pastoral que los obispos de la archidiócesis están realizando a las parroquias e iglesias abiertas al culto del arciprestazgo nº 1, muchas de ellas ubicadas en el centro de la ciudad de Valencia.

Lo atrayente de esta visita, definida como «tiempo de gracia, reflexión y renovación para todos los miembros de la parroquia, agentes de pastoral y grupos» en el marco de la elaboración del futuro plan pastoral diocesano, radicaba en ser la primera vez que la Iglesia de Santa Catalina Mártir recibía al Obispo en visita pastoral, pues en la actualidad Santa Catalina es un templo abierto al culto desde que perdió su parroquialidad en 1902.

Encuentro con los Sacerdotes Operarios Diocesanos

La jornada de visita comenzó con un encuentro entre el obispo auxiliar D. Fernando y los tres sacerdotes que actualmente atienden la Iglesia de Santa Catalina, pertenecientes a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús.

En un ambiente sacerdotal y fraterno, los Operarios recordaron a D. Fernando la presencia de la Hermandad en Valencia, con la fundación del antiguo colegio de vocaciones de San José, actual colegio Pío XII, en 1884 por el beato Manuel Domingo y Sol, y la dirección de Santa Catalina desde 1950 que, al no ser ya parroquia, fue consagrada como templo de adoración y reparación eucarística, hace ahora 75 años.

Seguidamente, los tres Operarios expusieron la labor que realizan a diario en este templo desde los tres nervios que dan identidad a la Hermandad: lo eucarístico-reparador, con la adoración diaria del Santísimo Sacramento y la confesión; lo juvenil y vocacional, con diferentes propuestas y actividades, especialmente la recepción de parejas que celebran su boda en Santa Catalina; y lo sacerdotal, con la acogida de sacerdotes y participación con el clero diocesano en las convocatorias arciprestales, de la Vicaría, etc. En este ámbito de lo sacerdotal, D. Fernando valoró y agradeció la tarea formativa y vocacional que los Sacerdotes Operarios realizan, especialmente durante sus años como alumno del Pontificio Colegio Español de San José en Roma.

Encuentro con la comunidad

Tras el diálogo fraternal con los sacerdotes llegó el momento de conocer a las personas vinculadas a Santa Catalina y, más especialmente, a los grupos que desarrollan su labor pastoral en este templo.

El encuentro comenzó con un momento de adoración en la Capilla del Santísimo. Allí tuvo lugar la recepción del Obispo con estas palabras: «esta Iglesia de Santa Catalina Mártir se alegra de recibir su visita pastoral. En nombre de toda la comunidad cristiana aquí reunida le saludamos y le recibimos como al que viene en nombre del Señor. Por tanto, le abrimos nuestra iglesia y nuestros corazones. La visita pastoral es para nosotros un estímulo, un despertar, una llamada a una nueva conciencia, a una mayor actividad». Después una breve oración por D. Fernando, él mismo impartió la bendición con el Santísimo para dar paso a la celebración de la Eucaristía en el altar mayor con gran participación de fieles, tanto en la asistencia como en la liturgia.

Durante la homilía de la misa, D. Fernando insistió en el sentido de la visita pastoral que busca, además de conocer la realidad, cómo «reanimar las energías de los agentes evangelizadores, felicitarlos, animarlos y alentarlos; es la ocasión para invitar al pueblo fiel a la renovación de la propia vida cristiana», según leyó del directorio para el ministerio pastoral de los obispos. A la par, dio gracias por «la labor eucarística y vocacional que se está desarrollando en esta Iglesia, tan querida en Valencia, e invito, agradecidamente, a seguir trabajando en sinodalidad y con sentido evangelizador».

Finalizada la misa, D. Fernando compartió un momento más distendido de diálogo y presentación. En primer lugar, tomaron la palabra algunas personas que de ordinario celebran la fe en Santa Catalina y colaboran asidua y espontánamente con la Iglesia. Luego fue el turno para los grupos vinculados al templo, entre los que cabe destacar: la Comunidad de Abraham, grupo de evangelización y alabanza; los jóvenes de Piedras Vivas, con su propuesta de primer anuncio mediante la belleza del arte y de la fe; el matrimonio coordinador del Reloj de la Vida que acompañan a personas mayores; el grupo de matrimonios responsables de los cursos pre-matrimoniales; la Adoración Noctuna Española, representada por su consejo diocesano y turno de Santa Catalina; la asociación de campaneros; Cofradía Jesús de Medinaceli y Hermandad Cristo de la Palma, de la semana santa marinera; la Falla Plaza Lope de Vega; y, finalmente, las religiosas Hijas de San Pablo -paulinas, colaboradoras en la liturgia dominical, entre otros.

La jornada culminó inmortalizando este momento con una foto de familia que, «más allá de recordar por primera vez el paso del Obispo por Santa Catalina, querría haceros llegar, en este día  y a todos los que habéis venido incluso desde muy lejos, la profundidad eclesial que esta visita supone a este templo esplendoroso, que es como lo visualizo desde donde estoy. Que regreséis bien a vuestros hogares y tengáis una feliz noche. Muchas gracias por todo», concluyó D. Fernando.



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